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#EnContextoCientifico: retrospectiva

EN CONTEXTO CIENTÍFICO, esta vez, te propone una retrospectiva. La intención es repasar las temáticas de las primeras 12 entregas de esta sección, en un ciclo dedicado exclusivamente a compartir información actualizada sobre el SARS-CoV-2 y la COVID-19.

1. Desde la química: ¿por qué lavarse las manos con agua y jabón?

La primera entrega versó sobre la efectividad del empleo de agua y jabón, detergente, hipoclorito de sodio y alcohol para la prevención del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, a partir de las explicaciones que, desde la química, ofreció la investigadora cubana Dr. C. Isneri Talavera Bustamante, vicepresidenta de la Academia de Ciencias de Cuba (ACC), en un artículo recientemente publicado en la Revista Anales de la ACC.

En esa ocasión, se supo por qué el lavado de manos con agua y jabón durante 20 segundos es milagroso para no infectarse con el SARS-CoV-2: En una molécula de jabón, existe una parte hidrofílica o afín al agua, y otra lipofílica o afín a los lípidos o grasas. Como se conoce, el agua por sí sola no elimina la grasa, porque no son elementos afines. Sin embargo, durante el lavado de manos con agua y jabón, la parte hidrofílica del jabón interactúa con el agua, y la lipofílica interactúa con la grasa, lo cual conlleva a que se disperse fácilmente la grasa y, de esta forma, “la grasa se elimina con el agua de lavado y el virus se desintegra al perder la capa que lo protege”, explica la investigadora. 

2. El peligro de los asintomáticos

Al rol de los asintomáticos y su influencia en la propagación silenciosa e incontenible del SARS-CoV-2, se dedicó la segunda entrega, por ser una de las problemáticas que más interés suscita en la comunidad científica internacional.

Gracias al artículo Transmisión asintomática y presintomática del SARS-CoV2: la cara oculta de la COVID-19, de los investigadores cubanos Roberto Rodríguez Labrada; Yaimee Vazquez-Mojena y Luis Velázquez-Pérez, se conoció que estos transmisores pueden clasificarse como asintomáticos (a pesar de portar el virus, no desarrollan nunca la enfermedad); presintomáticos (transmiten el virus incluso antes de manifestar la enfermedad); y postsintomáticos (después de su recuperación clínica, pueden seguir propagando el agente patógeno).

3. ¿Qué medicamentos se emplean en el tratamiento a la COVID-19?

La tercera entrega expuso, EN CONTEXTO CIENTÍFICO, a los principales medicamentos, hasta ese entonces, incluidos en los protocolos de atención a los pacientes contagiados con la COVID-19.

A finales de marzo, se anunció el proyecto SOLIDARIDAD, un estudio clínico promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la búsqueda de un tratamiento para la actual pandemia, con aplicación en 10 naciones: Argentina, Bahréin, Canadá, Francia, Irán, Noruega, Sudáfrica, España, Suiza y Tailandia. Su objetivo era probar, en miles de pacientes, la efectividad de cuatro medicamentos que fueron catalogados por expertos de la OMS como las terapias más promisorias para enfrentar a la COVID-19: Remdesevir, Cloroquina/hidroxicloroquina, Ritonavir y Lopinavir, y Ritonavir/Lopinavir e interferón-beta.

4. Matemáticas VS. COVID-19

La cuarta entrega de EN CONTEXTO CIENTÍFICO, centró la mirada en las matemáticas y su contribución a la modelación del comportamiento de la epidemia para diferentes escenarios, por ser un pilar fundamental sobre el cual se sustentan las estrategias de los diferentes gobiernos para el enfrentamiento a la COVID-19. 

En el modelaje matemático de epidemias, uno de los más conocidos es el Modelo SIR, donde se dividen a las personas en “susceptibles” (S), “infectados” (I) y “recuperados” (R). La población susceptible es aquella que no posee inmunidad ante el virus y puede enfermar; los infectados son los que pueden requerir hospitalización; y los recuperados son quienes ni se infectan ni se pueden infectar, además de incluir a los fallecidos.

A partir de este, se han desarrollado múltiples modelos matemáticos para predecir el comportamiento de la COVID-19, tales como el SEIR, que incluye a las personas “expuestas” o “asintomáticas”;y el SIRS, donde los “recuperados” o “removidos”, no obtienen una inmunidad total, sino que esta va disminuyendo con el tiempo, y pueden volverse susceptibles y reinfectarse con el virus.

5. El crecimiento exponencial de la COVID-19

Al crecimiento exponencial de la actual pandemia de COVID-19 y a la importancia del número reproductivo básico (R0), se dedicó la quinta entrega de la sección, cuando la enfermedad alcanzaba la cifra de más de cinco millones 700 mil casos confirmados en todo el mundo.

Al hablar de propagación de epidemias, expresión muy común en nuestros días, hay que referirse obligatoriamente al número reproductivo básico (R0). Cada enfermedad tiene un R0 y ese número es fundamental para saber a cuántas personas puede contagiar un enfermo como promedio, y así evaluar la velocidad de propagación de la enfermedad, cuán infecciosa es en una población determinada y el nivel de riesgo asociado a ella.

De acuerdo con COVID-19. Glosario sobre brotes y epidemias, de la Organización Panamericana de la Salud (OPS); “la epidemia se propaga si y solo si el R0 es mayor de 1 (cada caso contagia a más de una persona); si el R0 es igual a 1 entonces se dice que hay equilibrio epidémico (o endémico) y si el R0 es menor de 1 la situación, invariablemente, se dirige al agotamiento epidémico. Se deduce, entonces, que en una situación epidémica la consigna es reducir el R0 a menos de 1 y hacerlo lo más pronto posible”.

6. Las ciencias geográficas  frente a la COVID-19

La geografía de la salud fue situada EN CONTEXTO CIENTÍFICO en la sexta entrega, como área de estudio que tiende cada vez más a la investigación multidisciplinar, interdisciplinar y transdisciplinar.

Liliam Cuéllar Luna, especialista en salud ambiental del Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología, define la geografía de la salud como “la rama que se ocupa del estudio de los efectos del medio ambiente en la salud de las personas, la distribución geográfica de las enfermedades, además del estudio de los factores influyentes en su propagación”, y especifica también que esta especialidad es útil para asegurar la accesibilidad sanitaria y planificar y organizar los recursos.

7. La historia y sus enseñanzas en tiempos de pandemia

La séptima entrega de EN CONTEXTO CIENTÍFICO propuso revisitar el pasado a través de la historia, para recordar lecciones aprendidas por la humanidad en tiempos de pandemias.

Son numerosas las grandes epidemias o pandemias vividas por el hombre en la historia de la humanidad, entre las más recientes en el tiempo, sobresalen el sexto brote de cólera en 1899; la gripe española de 1918; la gripe asiática de 1957; la gripe de Hong Kong de 1968; el SIDA en 1981; el SARS en 2002; la gripe porcina en 2009; el MERS en 2012; el ébola en 2014; el ZIKA en 2015; y la actual COVID-19.

Pero la gripe española, quizá sea el referente más conocido, para algunos “la madre de todas las pandemias”. Entre 1918 y 1920 provocó el contagio en la tercera parte de la población del planeta, que para ese entonces alcanzaba la cifra de los mil 800 millones de habitantes y, de acuerdo con la  Organización Mundial de la Salud (OMS), murieron entre 20 y 50 millones de personas, aunque otros historiadores calculan que los fallecimientos oscilan entre los 50 y 100 millones a nivel mundial.

8. Ciencia y Gobierno: alianza estratégica ante la COVID-19

La octava entrega propuso la lectura y análisis del reciente artículo científico del Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez y el prestigioso académico Jorge Núñez Jover, Presidente de la Cátedra Ciencia, Tecnología y Sociedad de la Universidad de La Habana.

El artículo científico revela la capacidad de previsión que existió en las acciones de organización del país para desafiar la pandemia y detallan algunas medidas oportunas, previo a la detección de los primeros casos del virus en la nación y con vistas a establecer la estrategia nacional de enfrentamiento a la COVID-19.

Miguel Díaz-Canel Bermúdez y Jorge Núñez Jover destacan los puntos cardinales de esta alianza estratégica entre ciencia y gobierno: “el diálogo directo de los expertos, académicos y profesionales con el Gobierno, el fomento de la colaboración interinstitucional e intersectorial, la participación interdisciplinaria, el despliegue de un trabajo intenso para acelerar las respuestas y una activa comunicación pública para mejorar la información y el desempeño de la población”.

9. Comunicación de crisis: experiencias durante la pandemia de COVID-19

EN CONTEXTO CIENTÍFICO, en su novena entrega, abordó la comunicación de crisis, a partir de un repaso de acciones emprendidas por diferentes gobiernos y sus líderes para afrontar la situación generada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2.

Xavier Peytibi, politólogo y consultor de comunicación política, en el artículo En momentos de incertidumbre, es la hora de los gobiernos: 10 necesidades en comunicación de crisis, establece 10 requerimientos necesarios para llevar a cabo una estrategia de comunicación efectiva en tiempos donde reina la perplejidad, e incluso, la desinformación:

1. Liderazgo comunicativo político

2. Ser rápido y no dejar de comunicar

3. Decir la verdad

4. Comparecencias diarias

5. Tener un buen portavoz

6. Mejorar cada día

7. Diferentes tipologías de contenidos online

8. Tener un relato

9. Generar percepciones memorables:

10. Ir por delante

10. Enseñanzas de la COVID-19 en torno al conocimiento científico

La décima entrega consistió en la invitación a la lectura del artículo No hay caminos reales para obtener conocimientos científicos, de la autoría de Luis Carlos Silva Aycaguer, profesor e investigador de mérito de la Escuela Nacional de Salud Pública de Cuba, que fue publicado recientemente por Juventud Técnica.  Una excelente propuesta para reflexionar en torno a la organización y funcionamiento del sistema de publicaciones científicas que, en medio de la actual pandemia, demuestra sus inconsistencias.

A continuación, fragmentos del texto:

En este contexto resulta útil detenernos en lo que se ha convertido en el mayor escándalo científico asociado a la pandemia producida por la COVID-19: se trata de lo acaecido en torno a la hidroxicloroquina, un fármaco antipalúdico que había producido enormes esperanzas y no pocos recelos.

Las expectativas favorables fueron alimentadas cuando el 17 de marzo de 2020 el grupo de infectología del hospital de Marsella publicó una información que daba cuenta de una significativa reducción en la detección del virus en las vías respiratorias de pacientes tratados con ese fármaco. Sin embargo, se trataba de un “preprint” (manuscrito no revisado por pares), lo cual le restaba credibilidad. En condiciones normales, dicha revisión puede suponer semanas y hasta meses, como sabe todo investigador que aspire a publicar en revistas de alta visibilidad.

El artículo en cuestión dio lugar a intensos debates durante algunas semanas y fue seguido por varios estudios serios, muchos de los cuales no habían hallado utilidad del fármaco, ni como recurso terapéutico ni como instrumento preventivo, devaluando así los buenos augurios.

11. Repensar la relación del ser humano con el medio ambiente

Otra invitación a la lectura realizó EN CONTEXTO CIENTÍFICO en su oncena entrega. El texto recomendado fue Las otras secuelas de la pandemia, de Emilio L. Herrera Villa, un trabajo periodístico publicado en Juventud Técnica, que evidencia que  la humanidad debe cambiar, y que esta “nueva normalidad”, podría ser el pretexto ideal para asumir nuevos modos de actuación que apuesten por la sostenibilidad.

A continuación, fragmentos del texto:

La inmovilidad de las personas, junto a la desaceleración de economía mundial, redujeron las emisiones de gases de efecto invernadero. En febrero, Carbon Brief, una plataforma web británica especializada en cambio climático, indicó que los descensos del uso del carbón para la generación de energía y acero, así como la mengua productiva de las refinerías de petróleo mitigaron las expulsiones de dióxido de carbono (CO2) en cien millones de toneladas métricas , en comparación con el mismo periodo del año anterior.

El paro que provocó en China la propagación del virus, produjo en pocos meses la reducción de un 25 por ciento de CO2 a la atmósfera. Y esto es significativo, pues un 25 por ciento de las emisiones generadas en la sala de máquinas de la locomotora de la economía mundial equivale a la caída de un seis por ciento a escala global.

La calidad del aire mejoró a raíz de las medidas decretadas por los gobiernos. En ciudades con palpables índices de contaminación, dígase Lima, Bombay o Nueva Delhi, el smog se redujo en un 50 por ciento. En Wuhan el cielo retomó su tonalidad azul y algunos habitantes oyeron el trino de aves en su ambiente natural, algo que casi se había olvidado.

12. La ciencia cubana y sus resultados frente a la COVID-19

EN CONTEXTO CIENTÍFICO, en su duodécima entrega, expuso algunos de los resultados científicos del país en el enfrentamiento a la COVID-19, a partir de los avances de investigaciones cubanas en los campos de la Virología, la Bionanomedicina y la Anatomía Patológica, presentados en la Mesa Redonda.

La Dra. María Guadalupe Guzmán Tirado, jefa del Centro de Investigación, Diagnóstico y Referencia del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), puntualizó que el período de infección es de cinco a siete días, aunque hay personas que pueden permanecer en este estado entre 15 o 17 jornadas. Asimismo, presentó los principales resultados del estudio sobre la positividad del PCR en 219 pacientes, e indicó que la positividad al SARS-CoV-2 baja con el tiempo, aunque significó que existen personas que después de 30 días continúan con cantidades considerables del virus, incluso los asintomáticos.

La Dra. C. Angelina Díaz García, directora general del Centro de Estudios Avanzados, presentó los aportes de su institución al enfrentamiento de la COVID-19, y mostró una gráfica comparativa entre un célula sana y otra infectada por SARS-CoV-2, realizada a partir del uso de la tecnología que permite visualizar a escala nanotecnológica, y comentó que se ha encontrado mayor presencia del virus en las células nasales.

Por su parte, la Teniente Coronel Dra. C. Teresa Montero González, jefa del Centro de Desarrollo del Hospital Militar Central Dr. Luis Díaz Soto, abordó las principales contribuciones desde la anatomía patológica, a partir de comparaciones realizadas entre las causas directas del fallecimiento de un grupo de 27 pacientes, y las causas básicas o enfermedades de base que padecían.

En tanto, el Dr. Gerardo Guillén, Director de Investigaciones Biomédicas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), profundizó sobre el daño orgánico detectado en muestras de tejido de anatomía patológica, y argumentó que, después del fallecimiento, se detectaron partículas del virus con un tamaño de entre 70 y 120 nanómetros, y que gracias al empleo de la técnica de detección a nivel ultraestructural, se confirmó cómo el coronavirus se replica y disemina, y provoca daños multiorgánicos y microvasculares.

Hasta aquí la retrospectiva del primer ciclo de la sección, dedicado exclusivamente al análisis del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 y la pandemia de COVID-19. Esperamos que les haya resultado de utilidad. Regresaremos nuevamente con múltiples y variados tópicos EN CONTEXTO CIENTÍFICO. 

Heidi Marlén Viguera Ferras
Periodista y docente de la Dirección de Comunicación Institucional de la Universidad de Holguín

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