Hola, amigos, bienvenidos a esta nueva sección: EN CONTEXTO CIENTÍFICO, un espacio para reflexionar en torno a temas científicos de importancia. Estas primeras entregas, las dedicaremos exclusivamente a compartir información actualizada sobre el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 y la enfermedad que provoca: la COVID-19.

Hoy te proponemos repasar la efectividad del empleo de agua y jabón, detergente, hipoclorito de sodio y alcohol para la prevención del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, y lo hacemos gracias a las explicaciones que, desde la química, nos ofrece la investigadora cubana Dr. C. Isneri Talavera Bustamante, vicepresidenta de la Academia de Ciencias de Cuba (ACC), en un artículo recientemente publicado en la Revista Anales de la ACC.

Se impone una explicación inicial…

El SARS-CoV-2 pertenece a la familia de los coronavirus, virus con una envoltura lipídica o de grasa que encierra y protege al material genético viral y presenta protuberancias en forma de corona.

La entrada del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 al organismo humano ocurre a través de la mucosa nasal, la bucal y la ocular, por ello se deben implementar todas las medidas para evitar el contagio porque, una vez que el virus ingresa al organismo, se requiere de atención y cuidados médicos especializados.  

Cuando se habla de un virus, hay que significar que se trata de un organismo no vivo, es decir, no es algo que se pueda matar, en cambio, sí se puede desintegrar antes de su entrada al cuerpo humano y, para ello, el uso de productos químicos en el lavado de manos y desinfección de superficies es indispensable.

¿Agua y jabón?

El jabón es una mezcla de sales de potasio o sodio, y se obtiene en una reacción química llamada saponificación, a partir de una sustancia con propiedades alcalinas o álcali y un ácido graso.

Isneri Talavera Bustamante, ingeniera química y doctora en Ciencias Técnicas, argumenta por qué es milagroso el lavado de manos con agua y jabón durante 20 segundos para no infectarse con el SARS-CoV-2.

En una molécula de jabón, existe una parte hidrofílica o afín al agua, y otra lipofílica o afín a los lípidos o grasas. Como se conoce, el agua por sí sola no elimina la grasa, porque no son elementos afines. Sin embargo, durante el lavado de manos con agua y jabón, la parte hidrofílica del jabón interactúa con el agua, y la lipofílica interactúa con la grasa, lo cual conlleva a que se disperse fácilmente la grasa y, de esta forma, “la grasa se elimina con el agua de lavado y el virus se desintegra al perder la capa que lo protege”, explica la investigadora.  

Además, aclara que, este proceso transcurre en 20 segundos, por lo cual, es el tiempo mínimo que debe durar un lavado de manos, y puntualiza que “la utilización de agua tibia facilita la formación de espuma, que a su vez ayuda a la orientación de las moléculas de jabón y, con ello, a la efectividad del proceso”.

¿Detergente?

Por su parte, el detergente, desde su descubrimiento en el siglo pasado, elimina la grasa con mayor facilidad que el jabón, por lo que puede utilizarse también para la prevención del SARS-CoV-2, pero se recomienda su empleo para el lavado de ropa y superficies, debido a que algunos pueden ser muy irritantes y provocar alteraciones en la piel. 

¿Desinfectantes a base de alcohol?

Algunos desinfectantes de manos incluyen al alcohol entre sus componentes y otros no. Estos últimos no son efectivos para la protección ante el nuevo coronavirus. Las cantidades de alcohol presentes en los geles oscilan entre el 60 y el 95 % y, en estas proporciones, son capaces de eliminar casi todos los gérmenes. Por tanto, es recomendable un desinfectante con no menos de un 60 % de alcohol.

“El alcohol es un compuesto químico diferente al jabón, ayuda a romper las membranas germinales y es bastante efectivo para desactivar gérmenes. No obstante, si bien desactiva el virus no se eliminan sus residuos de las manos, es necesario lavarse las mismas. Con el uso de agua y jabón este paso está implícito. Además, en el caso de una alta contaminación se requerirá una gran cantidad de alcohol para la desinfección. En estos casos el agua y jabón es más recomendable”, especifica Talavera Bustamante.

¿Hipoclorito de sodio?

De igual forma, desde hace décadas el hipoclorito de sodio se erige como un producto químico con propiedades desinfectantes. “El hipoclorito de sodio deshidrata y solubiliza las proteínas presentes en la capa de envoltura del virus y provoca la desintegración del virus”, aclara la investigadora cubana.

Asimismo, la Dr. C. Isneri Talavera Bustamante, propone una serie de recomendaciones para la utilización correcta y segura del hipoclorito de sodio en casa:

• No debe mezclarse nunca con ácidos, como el vinagre, limón o productos de limpieza que contengan ácido clorhídrico, pues se formará una sustancia altamente tóxica.
• No debe combinarse con alcohol, porque podría generar cloroformo, compuesto que puede provocar un paro cardiorrespiratorio.
• No debe fusionarse con el peróxido de hidrógeno o agua oxigenada, puesto que podría ocurrir una explosión.
• No debe mezclarse con amoniaco, porque esta combinación provoca la liberación de gases irritantes para las mucosas y las vías respiratorias.

Esperamos que esta información te haya resultado de utilidad, la próxima semana volveremos con otro tópico vinculado al nuevo coronavirus que ha desatado la actual pandemia de COVID-19. Si quieres leer el artículo referido, aquí te dejamos el link: http://www.revistaccuba.cu/index.php/revacc/article/view/781/818

Hasta entonces, puedes utilizar también el correo heidimarlen@nauta.cu para comunicarte con nosotros y hacer llegar tus inquietudes y sugerencias. Un abrazo virtual y cuídate mucho.

Fuente: Talavera Bustamante, I. (2020) Una explicación desde la química: ¿por qué son efectivos el agua y jabón, el hipoclorito de sodio y el alcohol para prevenir el contagio con la COVID-19? En Anales, Academia de Ciencias de Cuba, Vol. 10, No. 2 (2020): especial COVID-19.