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Como lidiar con el estrés de lo cotidiano

Psicología para tu vida

Bienvenidos una vez más a la sección Psicología para tu Vida, profundizar en temas que conciernen a la salud mental nos permite conocer y apropiarnos de herramientas psicológicas que nos ayudarán a afrontar de una mejor manera eventos de la vida cotidiana, de los que nadie está exento. En esta oportunidad ahondaremos un poco más en el tema del estrés, tópico que se le dio inicio en el encuentro anterior.

La vida, como nos decía Carl Jung, es una paradoja constante. Puede ir del sufrimiento más absoluto a la pura alegría. Por ello, para hacer frente a esos vaivenes debemos abrazar el caos inherente que define nuestra existencia. Investigaciones científicas han llegado a la conclusión que los principales desencadenantes del estrés son:

  • Lo desconocido. Una situación nueva, de cualquier tipo, produce estrés en mayor o menor medida en casi todas las personas
  • Impotencia. Sentirse sin control o sobrepasado por las circunstancias es un generador de estrés. Se trata de una marca evolutiva
  • Lo imprevisible. Las situaciones en las cuales no hay una ruta clara, ni un desenlace previsible, estresan a la mayoría de la gente
  • Amenazas al ego. Curiosamente, este es uno de los factores que más angustia a la gente. Poner a prueba las propias capacidades o la propia valía, en especial si es en público, provoca sentimientos de amenaza en muchas personas.

Algunas de nuestras mayores dificultades como seres humanos son aceptar las inclemencias, la adversidad y el estrés vital. El propio Jung señaló en una ocasión que “para muchos de nosotros, incluido yo mismo, el caos es algo aterrador y paralizante”.

No es fácil asumir que no siempre tenemos el control sobre nuestro devenir ni que el mañana tendrá el mismo equilibrio que hoy. Es necesario entender que lo impredecible y lo caótico son ingredientes de la propia existencia. Resistirnos a estos vaivenes no hará más que incrementar el estrés y la ansiedad. Confiemos en que esos pozos repentinos que surgen en nuestro camino no son más que instantes puntuales, nubes de tormenta que, tarde o temprano, escamparán.

Es más, cuando echemos la mirada atrás y descubramos todo lo que hemos superado, encontraremos un sentido a nuestra propia existencia. Hay cierto orden en medio de lo que nos parece, a simple vista, caótico y desordenado.

Cuida tu percepción a la hora de interpretar cada evento

En una oportunidad un paciente de Carl Jung le preguntó, metafóricamente, ¿Cómo cruzar el río de la vida? A lo cual Jung le respondió que, en realidad, no hay una manera correcta de vivir, las personas nos limitamos a vivir como podemos. Ahora bien, para mantener la calma en días de angustia, recomendaba atender la manera en que interpretamos cada experiencia.

Algunas de nuestras mayores dificultades como seres humanos son aceptar las inclemencias, la adversidad y el estrés vital.

Y es aquí cuando llega el auténtico problema. Porque muchos navegamos por ese río vital con áreas no sanadas y reprimidas. Cuando nos dejamos llevar por la inercia de nuestros impulsos y nuestra sombra, la vida se llena de mayores obstáculos. Nos ahogamos en las aguas del día a día.

Necesitamos poner luz en nuestra sombra, como diría Jung, para poder recuperar la confianza en nosotros mismos y así percibir las cosas tal y como son, y no a través de la lente de los miedos.

De igual forma suele suceder que nos obsesionamos tanto en encajar, en buscar reputación y la aceptación que una parte de nosotros termina enfermando. Necesitamos proporcionar oxígeno a la mente, volverla más flexible, lo que a su vez nos permitirá adoptar perspectivas más amplias. Actividades como el arte en todas sus formas, así como la meditación, son prácticas que el psiquiatra suizo solía recomendar, ayudaba al paciente a entrar en contacto con un yo más espontáneo, juguetón y sobre todo, creativo. 

Estas actividades no solo reducen el estrés, también nos permiten descubrir nuevas parcelas psicológicas de uno mismo. Tengamos en cuenta que somos criaturas con conciencia propia y con un gran potencial, que deben recordar sus esencias para mantener la calma cuando todo parece ir mal.

Alicia Serrano Coya
Licenciada en Psicología. Profesora del Departamento de Psicología en la Universidad de Holguín.
http://www.uho.edu.cu/

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