Bienvenidos una vez más a la sección Psicología para la Vida, en esta oportunidad abordaremos el tema del amor desde la perspectiva psicológica, motivados por que estamos en vísperas de celebrar el 14 de febrero la significativa fecha del Día del Amor y la Amistad.

En las últimas décadas, las investigaciones sobre este campo han aumentado notablemente. Los sociólogos, médicos y psicólogos han tratado de entender la conducta humana respecto al amor debido a que este sentimiento genera reacciones químicas, psicológicas y conductuales en las personas.

El amor ha despertado mucho interés en la comunidad científica, algunas investigaciones se han centrado en analizar las fases del amor, aunque muchas veces se han generado discrepancias entre los expertos.

Por ejemplo, según Helen Fisher, antropóloga, bióloga e investigadora del comportamiento humano, el amor es un impulso y una motivación, puesto que los resultados de su investigación confirmaron que se activan dos importantes áreas relacionadas con las conductas motivantes: el núcleo caudado y el área tegmental ventral, ambas regiones muy inervadas por neuronas dopaminérgicas y relacionadas con la repetición de conductas placenteras como el sexo o las drogas.

Pero la complejidad del amor no se limita a estas dos áreas del cerebro, según las conclusiones de un estudio dirigido por Stephanie Ortigue, de la Universidad de Syracuse (Nueva York) se activan hasta 12 áreas del cerebro que trabajan conjuntamente para liberar sustancias químicas como la dopamina, oxitocina, vasopresina, noradrenalina o la serotonina.

Decía Mahatma Gandhi que “donde hay amor hay vida”. Esta es, sin duda, una de las definiciones más sencillas y realistas sobre esta dimensión maravillosa, a la vez que misteriosa. Esta emoción es la que nutre al bebé que acaba de nacer, la que nos ayuda a crecer, la que nos hace sentir parte de un grupo social. Es importante entender que el amor es el núcleo de la vida humana, de nuestras relaciones, el verdadero sentir de la vida, todas las personas tenemos la capacidad de amar y de ser amados, por lo que se conforma como un sentir universal en sociedad.

El amor supone una gran entrega, pero sin perder la identidad. El amor es compartir, aprender, descubrir… El amor no entiende de idiomas, colores, ideologías, edades o sexos… El amor, sea en la relación o vínculo que sea, sólo es posible si empieza en nosotros mismos. Por ello, es esencial cuidar nuestro interior, encontrar el verdadero significado de amor está en tus manos.