En temas anteriores Pensar en Diverso se refirió a las novedades y particularidades del Proyecto de Código de las Familias con la intención de explicar por qué supera al vigente código y se atempera a las realidades sociales de Cuba. Pero resulta fundamental para continuar desmontando creencias y mitos que prevalecen en la sociedad respecto a este texto legal, acercarse a la significación social de la familia y por qué resulta fundamental un acompañamiento legal que se ajuste a las nuevas dinámicas familiares.

Las herencias culturales de las sociedades se trasmiten y se modifican en el espacio familiar: desde el modo de vestir, las costumbres, los hábitos cotidianos, los rituales festivos y funerarios, las estrategias de trabajo entre otras. En el seno de las familias comienza la educación de las niñas y niños para que se desarrollen como miembros de una nación y de un grupo social, es ahí, donde se forja el sentido de pertenencia, de compresión y respeto por su cultura y país. Como grupo social posee diversas responsabilidades que favorecen al desarrollo adecuado de la sociedad.

En el andar diario las personas no se percatan con exactitud de que, si los núcleos familiares no son saludables, también se afectan las estructuras sociales. Muchas veces se siente ese espacio íntimo alejado del ámbito social. La sicóloga Patricia Arés (Individuo, familia, sociedad. El desafío de ser Feliz. Editorial Caminos, La Habana, 2018), plantea que una familia funcional y orientada en lo que verdaderamente importa realiza un gran aporte a la sociedad porque ofrece personas valiosas para la vida pública. Más allá de sus diversidades estructurales, el punto de atención debe estar en que la familia es un escenario de socialización de valores y pautas de conductas que impacta en el funcionamiento adecuado de la sociedad.

En la familia nacen prácticas valiosas de amor que permiten al ser humano sentirse acogido y abrazado por la vida, es el espacio de compresión, aceptación y tolerancia. El recorrido de la humanidad ha demostrado que familias destruidas provocan a sociedades dañadas.

Luego de comentar la significación de la institución familiar resulta evidente la necesidad de implementar acciones jurídicas y legales para garantizar, proteger y favorecer su estabilidad. Hoy es imperante eliminar del seno familiar la violencia y la discriminación de género, fomentar la vigencia de los derechos esenciales de sus integrantes, en especial, los menores de edad, adultos mayores y discapacitados.

El proyecto Código de las Familias impulsa la actualización legal necesaria para las familias cubanas, es este texto también una oportunidad para pensar el progreso social desde la diversidad e inclusión.