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Hablemos del estrés

Psicología para tu vida

¿Estás estresado y no sabes qué hacer? ¿Cada día te sientes peor porque el estrés no te da tregua? la sección Psicología para tu Vida te propone abordar este pertinente tema, muy recurrente en la sociedad actual.

Generalmente usamos la palabra estrés cuando sentimos que estamos sobrecargados y nos preguntamos si realmente podemos hacer frente a las presiones que se ejercen sobre nosotros. El impacto del estrés depende de la percepción individual, ante una misma situación de estrés cada persona puede reaccionar de maneras muy diferentes en función de múltiples factores (personalidad, red de apoyo, experiencias previas, etc).

Una investigación desarrollada por el Centro de Estudios sobre el Estrés Humano de Montreal, dirigido por la doctora Sonia Lupien, examinó información aportada por imágenes cerebrales de personas con edades entre 18 y 80 años, arrojando resultados que te dejarán sorprendido. A continuación, se exponen alguno de ellos:

  • Las personas mayores de 40 años que presentan estrés crónico, tienen un envejecimiento cerebral más acelerado que quienes conservan estados de ánimo serenos. Esto se convierte en un factor de riesgo adicional para desarrollar demencia a edades avanzadas
  • El estrés impacta de manera negativa en la toma de decisiones y altera la capacidad de procesar la información recibida del medio ambiente. En entornos estresantes o que sobrepasan la tolerancia individual es más difícil hacer elecciones exitosas
  • El estrés tiene la capacidad de activar las células inmunitarias de la piel. Por eso, las personas estresadas son más propensas a sentir picores y a rascarse con frecuencia
  • Asimismo, en las mujeres estresadas se produce un cambio que las vuelve más sensibles a los ruidos, por lo que toleran menos la intensidad de los sonidos. Si se habla con ellas a más de 60 decibeles, lo interpretarán casi como una agresión
  • A medio y largo plazo, el estrés provoca graves daños en la mente y en el cuerpo. Muchas enfermedades físicas son fruto de ese molesto estado.
Nos preguntamos si realmente podemos hacer frente a las presiones que se ejercen sobre nosotros

¿Por qué sucede esto?

Cuando el estrés nos hace sentir que la situación escapa a nuestro control, se produce un aumento de una de las hormonas del estrés, el cortisol. Como todo en la vida, hormonalmente necesitamos un equilibrio. El cortisol es necesario para regular numerosas funciones. Pero cuando se rompe ese equilibrio, puede alterar numerosos genes que afectan al sistema inmune.

La exposición al estrés puede modificar el comienzo y el curso de muchas enfermedades neurodegenerativas, cuando nos estresamos nuestro organismo reacciona de la misma manera que si se tratara de un proceso infeccioso.

Pensemos cómo nos sentimos cuando tenemos una infección: estamos más cansados, sin energía, sin ganas de hacer nada. El estrés es capaz de provocar reacciones en nuestro organismo similares a las producidas por una infección, eso incluye también a nuestro cerebro.

En principio, este panorama no parece muy alentador. Pero no hay que caer en la desesperanza. Existen estrategias que podemos usar para reducir las consecuencias del estrés: el ejercicio físico, una alimentación equilibrada, los apoyos sociales y la meditación son algunos ejemplos de estrategias que reducen sus efectos.

Por la pertinencia del tema en los próximos encuentros ahondaremos más en ellas, los esperamos dentro de 15 días, en este tu Espacio para Crecer.

Alicia Serrano Coya
Licenciada en Psicología. Profesora del Departamento de Psicología en la Universidad de Holguín.
http://www.uho.edu.cu/

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