Ud. está en
Home > Secciones > #PensarEnDiverso: palabras para escribir acciones

#PensarEnDiverso: palabras para escribir acciones

Pensar en diverso

Pensar en Diverso tiene el placer de dialogar con la MSc. Aida Torralba Fernández, profesora auxiliar del Departamento de Psicología de nuestra institución, quien se ha especializado en los tópicos referidos a la violencia de genero contra la mujer en las relaciones de parejas; tema del cual necesitamos reflexionar y ampliar nuestros conocimientos para entender la complejidad del mismo.

Este fenómeno se ha naturalizado en la conciencia patriarcal que legitima la jerarquía masculina para ejercer el poder y la violencia. Por tanto, resulta trascendental desmontar estas creencias y colocar el tema de la violencia hacia la mujer en las agendas públicas, argumenta la MSc. Aida Torralba:

Cuando comencé a estudiar el tema de la violencia contra la mujer en la relación de pareja, hace dos décadas atrás, en ocasiones cuando exponía mis investigaciones, colegas académicos se extrañaban que yo fuera a hablar de un fenómeno que no ocurría en Cuba o se negaban a aceptar que también existe patriarcado. Esto sucedía porque la agenda pública no lo colocaba como un problema social. En este momento las cosas son muy diferentes, la agenda pública ha marcado esta como una de las problemáticas de prioritaria importancia a resolver. Tan es así, que en el pasado 2021 aparece un decreto presidencial en función de favorecer el adelanto de las mujeres y crear condiciones que las protejan, entre otras cosas, de las condiciones que favorecen la violencia de género.

Además,sustenta que la intensión es que este trabajo esté transversalizado por la perspectiva de género. Este momento puede constituir una oportunidad que revolucione la situación de la mujer, se estimula la creación de un comité de género en todos los centros laborales y se han creado comisiones para revisar lo que en materia legal o desde otras esferas se puede mejorar al respecto. Si se logra un acompañamiento y capacitación sistemática a los grupos e instituciones que están realizando estos trabajos, puede ser un momento clave para lograr el cambio. El mayor riesgo sería, que como se ha negado tanto la existencia del problema, muchos asuman esta propuesta sin la seriedad que lleva y el comité de género de cada centro de trabajo sea espacio de reproducción de estereotipos de género, en una estadística a cumplir o que los cambios sean solo cosméticos. No bastaría entonces con la intensión del cambio, sino que se vuelve necesaria una implementación de acciones realmente efectiva.

Desde que apareció la pandemia de COVID-19, se explica que todo tipo de violencia contra las mujeres y las niñas se ha intensificado y el principal escenario ha sido el hogar. La COVID como cualquier crisis, afecta más a los más vulnerables, explica Aida que la pandemia, con la cuarentena y la crisis económica que ha generado, afecta más a las mujeres que a los hombres. En Cuba es difícil determinar si la violencia física ha aumentado porque el sistema de estadísticas al respecto es insuficiente, sin embargo, las condiciones de telepresencialidad que impuso el aislamiento implicaban una sobrecarga principalmente a las mujeres, quienes junto al cumplimiento de sus tareas laborales desde el hogar, solían ser las maestras sustitutas de los hijos a la par, que continuar siendo las que garantizaban el funcionamiento doméstico en condiciones de precariedad económica.

Tanto hombres como mujeres hemos sido afectados por la COVID, y añade: pero la mujer educada para que su espacio de control sea el espacio doméstico, tuvo que enfrentar mayores retos, pues la casa se convertía en una especie de “puesto de mando” desde donde gestionar todos los ámbitos de la vida, incluyendo la salud física y mental de las personas a su alrededor sometidas a condiciones inusuales. Aunque investigaciones internacionales afirman el aumento de solicitudes de ayuda a los servicios de atención a las mujeres violentadas, no se cuentan con las mismas en nuestro país, sin embargo, nuestra experiencia en el trabajo clínico da cuenta de la afectación que han sufrido las mujeres por la sobrecarga doméstica que es también una manera de ser violentada.

El Departamento de Psicología de la Universidad de Holguín cuenta con un servicio de atención a personas necesitadas que incluye la atención a las mujeres y sus problemáticas. De manera general la especialista refiere que se atendieron varias mujeres, y aunque su solicitud de ayuda no fue explícitamente la violencia, detrás de sus demandas y malestares existía lo que se llama micromachismos, que son formas sutiles de control hacia la mujer que limitan su libertad, autonomía y desarrollo. El trabajo terapéutico se centra en identificarlos y desmontarlos en las relaciones que la mujer establece con su pareja. También desde el departamento se realizan cursos de capacitación a otros profesionales o conferencias especializadas sobre la temática con el objetivo de favorecer la capacidad de identificar y comprender este fenómeno, pues desde ahí se pueden generar acciones para contrarrestarlo.

Leave a Reply

Top