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Pensar en inglés: el reto del estudiante de Nivel Principiante e Intermedio

Lingua Franca

Por Yanela González Pérez

Lingua Franca le propone hoy un tema recurrente en la enseñanza de idiomas en los primeros niveles, el desafío de pensar en la lengua extranjera. Cuando comencé a estudiar el idioma como carrera universitaria, recuerdo a mis primeros profes repetirnos una y otra vez, “tienen que pensar en inglés”.

Al inicio nos mirábamos unos a otros con cara de sorprendidos, como si el profesor acabara de decir algo absurdo. Con las semanas, y luego los años comprendimos, que de no hacerlo corríamos el riesgo de no llegar al nivel de competencia comunicativa requerido para un estudiante de nuestro año, o lo que era peor para nosotros, llegar a alcanzarlo de manera mediocre.

Y es que el impulso natural es muy fuerte, y es casi inevitable al iniciar el estudio del idioma traducirlo todo a la lengua materna para lograr comprender totalmente. Igual pasa con el proceso reverso, elaborar las frases en la lengua materna, y luego llevarlas a la extranjera. Esto, a la larga trae más problemas que beneficios, ralentiza todo el proceso y nos impide alcanzar nuestro máximo potencial. La clave está en usar la lengua materna como apoyo, no como herramienta fundamental para adquirir la extranjera.

Por supuesto, no es un asunto de solución inmediata, ni de fórmula mágica. Articular las ideas en inglés, o en cualquier idioma extranjero, sólo se logra con la constante práctica, al igual que el resto de los avances en la lengua. Debemos entender que el logro de habituar al cerebro a elaborar los pensamientos en este nuevo idioma es un proceso más del aprendizaje del mismo. No se alcanza desde un primer momento, sino que se entrena, sobre todo si estamos hablando de un estudiante de EFL – English as a Foreign Language, inglés como Lengua Extranjera por sus siglas en inglés–, que realiza su proceso de enseñanza aprendizaje fuera del contexto de habla de la misma. Entonces se puede afirmar que el “pensar en inglés”, da muestra del desarrollo de la adquisición del idioma, pues evidencia que el alumno puede reflexionar y expresarse en el mismo. Se trata de “poner más inglés dentro de la cabeza”, por rústica que suene la frase.

Una de las cosas que repetía a mis alumnos desde las primeras clases era que, al comenzar a estudiar un idioma, estamos empezando a hablar por primera vez una vez más. Como los niños, que comienzan pronunciando sonidos, luego palabras, después oraciones completas; el estudiante de lengua retorna a la infancia en este sentido y se ve obligado a dar los primeros pasos en este nuevo mundo que representa el inglés para él o ella. Por ello, es importante que nos forcemos a ser niños otra vez a la hora de aprender y comprender que, como nos tomó tiempo poder hablar correctamente en nuestra propia lengua, todo el proceso de la nueva tomará tiempo, y pensar desde ella igualmente lo hará.

Con este propósito, le brindamos algunas sugerencias que le servirán de guía, si aún no logra organizar su discurso desde el inglés:

En primer lugar y dado que cada paso de avance en el idioma está determinado por la práctica del mismo, la inmersión en él es fundamental. Ante la imposibilidad de hacerlo realmente (cuando hablamos de inmersión nos referimos a estudiar el idioma en un país de habla inglesa), podemos recrear el contexto lingüístico si aumentamos la exposición a la lengua.

¿Cómo hacerlo?

  • Ver y escuchar mayor cantidad de materiales en el idioma (películas, series, noticias, música y todo lo que esté a nuestro alcance).
  • Propiciar conversaciones en el idioma (si no es con un nativo, pues con alguien que al igual que usted está aprendiéndolo o ya lo domina). Aquí incluimos desde diálogos orales hasta escritos. Las redes sociales son aquí para usted una ventaja por las infinitas posibilidades que le ofrece de conversaciones con nativos.
  • Leer todo lo que podamos en inglés (libros, noticias, y demás).

En segundo lugar, retomamos aquello de volver a ser niño. La repetición es una de las técnicas más efectivas en el proceso de enseñanza aprendizaje de idiomas. Es primordial repetir sonidos, palabras, la entonación de las frases como niños que están imitando en el proceso inicial del desarrollo del lenguaje.

Adquirir vocabulario es otro paso para lograr hilvanar las ideas en la nueva lengua. Las palabras precisas nos ayudan a construir las frases en el idioma. Aún cuando no sabemos la palabra exacta, el vocabulario nos auxilia en la paráfrasis. Una buena manera de hacerlo es relacionar las palabras con imágenes, recuerde que la memoria visual es generalmente más fuerte que la auditiva o la cinestésica.

Aprender las estructuras de la lengua y comprenderlas son tareas básicas e imprescindibles para pensar desde ella. Las reglas gramaticales y la sintaxis en inglés son los útiles para lograr este objetivo.

Escribir los sucesos del día o narrar hechos que le acontezcan puede ser una técnica efectiva para fijar ideas en la lengua extranjera. Aunque la escritura es una de las habilidades más complejas por ser de producción del idioma, es también una que proporciona y manifiesta los mayores progresos.

Trate entonces de llevar a la práctica estos consejos; con el empeño necesario los resultados llegan. Convierta al reto en su realidad.

Epg. Luis Ernesto Ruiz Martínez
Lic. en Educación, especialidad Matemática-Computación. Especialista en Docencia en Psicopedagogía. Metodólogo de la Dirección de Comunicación Institucional.

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