Ud. está en
Home > Secciones > #PensarEnDiverso: las diversas mujeres en la poesía de Sylvia Plaht

#PensarEnDiverso: las diversas mujeres en la poesía de Sylvia Plaht

Pensar en diverso

Pensar en diverso desde la palabra busca esas huellas de mujeres que con sus creaciones superan obstáculos, rompen silencios para ser ecos de sus necesidades, y muestran con sus códigos artísticos las diversas realidades femeninas. La obra de la escritora Sylvia Plaht evidencia el complejo universo existencial de las mujeres artistas, habla por ellas y todas, presas en redes sociales que la limitan y encorsetan su existencia.

Nacida en Boston en 1932; eligió el camino de la poeta inadaptada, siempre buscando la perfección y el reconocimiento de su obra, Sylvia dijo: Vi mi vida desplegándose ante mi vida como las ramas de la higuera verde…En la punta de cada rama, como un grueso higo morado, me hacía señas y me llamaba un futuro maravilloso. Un higo era un marido y un hogar feliz e hijos y otro higo era una famosa poeta y otro higo una brillante profesora y otro higo era EGe, la asombrosa editora, y otro higo era Europa y África y Sudamérica y otro higo era Constantino y Sócrates y Atila y un montón de amantes con nombres extraños y profesiones originales y otro higo era campeona del equipo olímpico y por encima y más allá de todos estos higos había mucho más que ni siquiera podía distinguir. Me veía sentada en la horquilla de una higuera, muriéndome de hambre, solo porque no podía decidir qué higo elegir. Los quería todos y cada uno, pero elegir uno significaba perder todo los demás (…)

Tenía que elegir pero estaba segura de que no existía conflicto; todo era una puesta en escena de las presiones sociales. Rodeada de concepciones idealistas de la feminidad: alcanzar el anhelado éxito y renunciar a la vida hogareña o conformarse con ser un ama de casa inteligente, a la sombra del esposo. No había punto medio. Sylvia sí aspiraba a la vida hogareña; pero era Sylvia Plath la escritora y tenía fe en su creación. No había equilibrio.

 Mientras escribía su espíritu fluía en un proceso místico. Creaba su propio universo con símbolos. Andaba por su psiquis: cada tensión, cada miedo, cada experiencia vivida se transformaba en material para conformar ese universo. Ella en el centro y el mundo a su alrededor.

 En vida sólo publicó un libro “El coloso y otros poemas” en 1960 y dejó terminada su novela “La campana de cristal” que narra su depresión de 1953 que la condujo a su primer intento de suicidio. La novela no es sólo autobiográfica, habla de todas las mujeres conocidas, presas de los códigos sociales. Después de releer la novela sintió que había logrado lo que deseaba con su libro, un libro divertido y mordaz. Su poesía recreaba imágenes sombrías, paisajes siniestros, donde aparecen símbolos como la luna, el espejo, la sangre, aves como el grajo. La mujer en diferentes conflictos existenciales: viuda, solterona, estéril, nunca sensuales, ni en escenas eróticas romper con simbología de la feminidad  que las muestra para la  contemplación y el disfrute. Su verso desgarra las apariencias y con crudeza describe las frustraciones, las ausencias y la incertidumbre femenina.

Admiraba la obra de Virginia Wolf. En su poesía influyó la obra de W. S. Merwin, donde lo común se convierte en prodigio y lo intuitivo se sobrepone a lo racional. Junto a su esposo, el poeta inglés Ted Hughes, se adentró en la mitología, los rituales y la antropología. Era buscar un sentido distinto a su identidad, a su vida cotidiana. Sus principales fuentes: Las leyendas africanas, el arte de Paul Radin, “La diosa blanca” de Robert Graves, la obra de D. H. Lawrence y el psicólogo Carl Jung.

Una mujer se inclina sobre mí… la mujer se ha perfeccionado. Su difunto cuerpo luce la sonrisa del éxito. Esa constante lucha por vencer las presiones, por encontrar el espacio adecuado para triunfar dominar las dualidades, mujer artista – mujer ama de casa, impuestos por la sociedad. De las cenizas /con mi rojo pelo me levanto y devoro hombres como viento. No hay calma, es el año 1962.  Su poesía ahora habla de la familia moderna y sus complejidades, pero sobre todo habla de ella, de la mujer que desea ser

Su espíritu nunca encontró calma, solo la palabra la devolvió a la eternidad y en esa eternidad se reinscriben varios nombres de mujeres que buscan en su obra certezas que deben tener voces. Pensar en Diverso sugiere la lectura de su poesía y despide la sección de hoy  con sus  palabras,  las que resumen una misión de vida: Volver a ser y a rehacer a contra el flujo incesante; convertir el instante en algo permanente. Esa es la labor de toda mi vida… Creo que mi vida no se vivirá hasta que haya libros y cuentos que la devuelvan a la existencia perpetuamente en el tiempo

Textos consultados:

Sylvia Plath.  Linda W. Wagner-Martin. Editorial Circe. Barcelona.1989

Las musas inquietantes. Sylvia Plath. Ediciones Holguín, Holguín, 2002.

Leave a Reply

Top