Por Sheila Díaz Abella.
La gestión de comunicación interna que se realiza en una institución, requiere para su desempeño exitoso de un conjunto de variables y procesos que van desde la planificación hasta la evaluación de los resultados alcanzados, para luego reiniciar el ciclo de planeación y reorganización de las estrategias comunicativas institucionales.
A través de los medios de comunicación institucional, se lleva a cabo la transmisión de mensajes entre personas y departamentos o dependencias, que constituyen los flujos de comunicación en la institución y hacia su entorno; no obstante, son necesarios otros elementos para hacer posible una gestión de comunicación interna exitosa dentro de una institución educativa, estos están relacionados con el desarrollo de prácticas que contribuyan a la comunicación interpersonal y formen parte de la cultura y comunicación organizacional.
Un buen espacio para lograr una comunicación eficaz lo constituyen los equipos de trabajo, por los procesos interpersonales que caracterizan su funcionamiento e influyen en la realización de las tareas.
A través de la interacción y cooperación continua que ocurren en el trabajo de equipo, mediante el aporte de los miembros del grupo, se expresan habilidades del proceso comunicativo, por ejemplo: exponer ideas o puntos de vista, dar opiniones, expresar sentimientos, proponer soluciones.
Estas participaciones permiten compartir conocimientos y recibir retroalimentación, con lo que contribuimos al logro de los objetivos específicos de la actividad, se propicia crecimiento y aprendizaje colectivo, por ello resulta fundamental el lenguaje empleado y la manera en que nos comunicamos con los otros.
No menos importante es la capacidad de escuchar, que implica prestar atención y procurar entender lo que el otro expresa. Esta cualidad es muy valiosa para las relaciones interpersonales y también puede incentivar la creatividad, al ponerse en práctica nuevas ideas o hacer ajustes en la actividad.
Durante las interacciones habituales de un grupo, estas habilidades de la comunicación requieren autocontrol emocional para mantener un ambiente saludable, algunos grupos las desarrollan en mayor medida que otros, pero tomarlas en consideración siempre será favorable, no sólo para la comunicación interpersonal, sino para la satisfacción laboral.
