Décima entrega de #PsicologiaParatuVida, sección que la Sociedad Cubana de Psicología en Holguín, el Departamento de Psicología de la Universidad de Holguín y la Dirección de Comunicación Institucional de esta casa de altos estudios te propone cada lunes. Los consejos de hoy se relacionan con los retos que esta etapa de la enfermedad en nuestro país demanda. Pues corremos el riesgo de la confianza…y ahí está el peligro.

A pesar de que la situación de la expansión de la pandemia del nuevo coronavirus en nuestro país, cada día avanza más en su control, esta enfermedad no está totalmente erradicada. Es por ello que no podemos abrir la puerta a actitudes que conlleven a la posibilidad real de enfermarnos, o de contagiar a las personas que nos rodean, ya sean nuestros familiares o compañeros de trabajo. En esta última etapa se necesita, más que nunca, de que se manifiesten, y perduren, actitudes y comportamientos sanos para todos, incluso, muchos de ellos deben consolidarse como hábitos, presentes en los diferentes momentos y espacios cotidianos.

Según Manuel Calviño, en un artículo reflexivo al respecto de esta situación, las fases de los estados psicológicos que se producen durante el confinamiento, no tienen una relación lógica directa unilateral con la marcha de los acontecimientos. Es que todos no vivimos del mismo modo, ni con la misma intensidad las situaciones. Nuestros estilos de afrontamiento son particulares y diferenciados, por lo que podemos sobrevalorar las situaciones, tomar conciencia tardía del problema, o, incluso, manifestar una sensación de relajación, pues, con el tiempo, puede disminuir la sensación de peligro.

Es por ello que, para esta etapa, recomendamos:

• Cambio actitudinal, sostenido en el tiempo y que conlleva comportamientos de responsabilidad individual y social.
• Evitar conductas que manifiesten relajación, disimulo, o ruptura del acatamiento de las medidas sanitarias.
• Autoevaluar sistemáticamente nuestro comportamiento y ajustarlo, de ser necesario.
• Mantener la convicción de la necesidad del aislamiento y/o las medidas sanitarias que se decidan por las autoridades competentes.
• Responsabilidad para evitar nuestro contagio y el de las personas que nos rodean.
• Actuar desde la realidad y no desde la ansiedad.
• Mantener el ejercicio cotidiano de la voluntad, el control y la regulación consciente.

El estar entre los que han sido “favorecidos por la suerte”, al no haber sido contagiados, hasta el momento, no nos puede colocar en una posición de mayor vulnerabilidad.

Juntos podemos detener la propagación del virus y superar esta emergencia. Mirar al futuro, con las acciones en el presente que dependen de nosotros, resulta importante para saber que podemos contribuir también a nuestra salud física y mental. Esa es nuestra misión en estos tiempos. Recuerda que unidos, en la distancia, pero no en la soledad, podemos mirar al futuro desde el compromiso y la responsabilidad con el presente. Cada lunes te ofrecemos #PsicologiaParaTuVida. Esperamos tus comentarios.