Ivet Tejeda Sánchez

Estudiante de segundo año/Carrera de Periodismo*

Mi papá me decía: escoge algo que te guste y no trabajarás nunca. Los primeros días de clases, cuando entré a la Universidad, se repetía una interrogante: ¿Por qué escogieron esta carrera? Las respuestas versaban en que su vocación había nacido desde siempre, otros que les había llamado la atención y algunos, simplemente, porque habían aprobado la prueba de aptitud. Por supuesto, a ninguno se le ocurrió decir que pensaban en un buen sueldo, en poco trabajo o en tener un horario de vida. Entonces, con el tiempo, descubrimos que estábamos en una profesión “linda, lo que hay es que entenderla”, en la del “amor”, pues, aunque muchos digan que de “amor y cariño” no se vive, nosotros cada día demostramos lo contrario.

Para algunas personas, somos aquellos que lo saben todo, los que no se pueden equivocar, los que no se callan, los que critican y viven protestando. Sin embargo, somos los que hacemos “más con menos”, decimos la verdad, no nos quedamos callados ante lo mal hecho y nuestro espíritu revolucionario siempre nos hace estar inconformes, con el fin de lograr la construcción de un mundo mejor.

Como expresó Tony Harcup, profesor de periodismo en la Universidad de Sheffield, Reino Unido, autor de algunas obras de referencia sobre el sector: “Somos héroes para algunos y cabrones para el resto”. Es por ello que, desde el momento en que entramos a las aulas, formamos parte del grupo en el que pierdes tu nombre y comienzas a llamarte PERIODISTA.

Sí, periodista en la calle, en la Universidad, en el medio de comunicación y hasta en el hogar. Es cuando experimentas esa sensación de orgullo y quieres “comerte al mundo”. Empiezan a crecer ideas, deseos y cuando finalmente se mezclan la voluntad de querer hacer y la acción nace ese entusiasmo que no muere nunca.

Intentamos la construcción de textos precisos y claros. La traducción de un argot técnico al lenguaje popular. Abogamos por un estilo que se entienda y, sobre todo, demostrar que somos parte de la sociedad.

Aunque nos vean en ocasiones como extraterrestres, somos seres humanos, los mismos que a diario esperamos impacientes una guagua, compramos el pan o simplemente caminamos. La prueba fehaciente es cuando realizamos un trabajo sobre un problema que nos afecta y el pueblo se siente identificado. Prendemos luz en la oscuridad, más que por causar polémica para lograr soluciones.

El Periodismo te permite observar el mundo con otra mirada. Construir la realidad con la mayor objetividad posible. Expresar lo que sientes, porque no es lo que dices, sino cómo lo dices. Compartir muchas tazas de café acompañadas con inteligentes conversaciones, emitir criterios, no subestimar a nadie, trabajar en equipo y diariamente seguir aprendiendo.

El mundo evoluciona y nuestra labor también, pero sé que, sin una laptop, se puede escribir un gran texto y sin la mejor cámara fotográfica, una excelente fotografía.

Hoy, además, estoy segura que mi papá tenía razón, no voy a trabajar nunca y si me repitieran la pregunta: ¿Por qué escogí esta carrera? La respuesta que me viene a la mente y quizás la más acertada es NO SÉ, pero, como el periodista nunca debe responder NO SÉ, siempre sabe que ama lo que hace y cree en su quehacer, porque como dijera García Márquez “es el mejor oficio del mundo”.

*Fotos tomadas desde facebook: Carrera de Periodismo – Universidad de Holguín