Por Yadira Piña Oliva/ Estudiante de Psicología

Conocemos que la comunicación es el proceso mediante el cual se transmiten y reciben datos, ideas, opiniones y actitudes para lograr la comprensión y la acción. Mediante este proceso se consolida la interacción entre los seres humanos y permite alcanzar un nivel de desarrollo óptimo en la trasmisión de conocimientos, saberes, aspiraciones, objetivos de trabajo, planes de desarrollo familiar y personal; dado a que cada actividad humana está mediada por alguna forma de comunicación. De ahí la importancia de lograr una comunicación interpersonal asertiva.

Ahora bien, las personas, dado a que vivimos y somos parte activa dentro de la sociedad, somos comunicadores por excelencia. Siempre estamos comunicando en cualquiera de las esferas de nuestro desarrollo, ya sea en el entorno familiar, nuestro lugar de trabajo, la calle, la cafetería, el mercado, etc.

Existe una serie de aspectos que se deben tener en cuenta para lograr que la comunicación interpersonal sea asertiva, es decir que seamos capaces de expresar nuestros sentimientos, ideas o demandas con claridad, teniendo en cuenta nuestros derechos personales y respetando siempre los derechos y el espacio de los demás.

Para ello debemos precisar que no solo existe el lenguaje verbal. Está además el lenguaje no verbal que es el que trasmitimos sin hacer uso del habla, a través de gestos y expresiones faciales y corporales, posturas, señales y al que muchas veces, por descuido, no le prestamos la debida importancia.

Es necesario resaltar que ¨respetar los derechos y el espacio de los demás¨ implica tener en cuenta que las personas con las que interactuamos tienen creencias religiosas, convicciones políticas, patrones de conductas morales incorporadas a su vida, valores éticos, conceptos y criterios que pueden o no coincidir con los nuestros.

No obstante, el reto está en hacernos comprender y garantizar el bienestar común sin juzgar o etiquetar, poniendo la solución de las problemáticas en cualquiera de las esferas de desarrollo por encima del bienestar personal, buscando siempre el lenguaje adecuado y mostrar empatía.

Si analizamos que, como parte del lenguaje no verbal están todas aquellas acciones corporales y movimientos del cuerpo que van aparejados a la idea que se quiere transmitir y que son captadas por la persona o grupo de personas a las que se les comunica, y que, además, son vitales para generar aceptación o empatía por parte de quien recibe el mensaje, nos percatamos que es tan importante como la oralidad. Por tanto, a la hora de expresarnos es importante mantener una actitud positiva ante nuestro interlocutor mostrándole siempre respeto y evitando la inmovilidad, las gesticulaciones exageradas, la expresión facial fija o amenazante, los tics nerviosos o las muestras de inseguridad.

Para lograr una mejor comunicación es necesario poder transmitir la información deseada, manteniendo una correspondencia entre lo verbal y lo no verbal durante todo el mensaje que se desea transmitir, eliminando las predisposiciones, las tensiones personales, usando un lenguaje sencillo de fácil comprensión para quien recibe el mensaje.

Recomendamos hablar de manera directa expresando las ideas con elocuencia, mostrando mediante el comportamiento no verbal una expresión social franca y abierta del cuerpo, con una postura relajada, sin tensión muscular, manteniendo contacto visual con nuestro interlocutor con movimientos suaves del cuerpo orientados hacia quien o quienes se comunica, empleando un tono de voz lo suficientemente firme para trasmitir seguridad pero con el volumen adecuado y la correcta entonación para que no resulte agresivo.

Además se deben ofrecer alternativas para garantizar la interacción y mantener la motivación en la persona que recibe el mensaje, se puede en correspondencia con la información que se transmite, teniendo en cuenta el lugar y momento, negociar con los interlocutores, manteniendo una actitud abierta y flexible que les inspire confianza para expresar sus criterios y así enriquecer el proceso de comprensión de la información brindada, además contribuir a la solución de las problemáticas existentes.

 En resumen, para lograr una comunicación interpersonal asertiva debes:

• Emplear un lenguaje sencillo de fácil comprensión.
• Mantener una correspondencia entre lo que expresas de forma oral y tu expresión corporal.
• Utilizar un tono de voz adecuado.
• Mantener contacto visual y generar empatía con el interlocutor.
• Propiciar la interacción para enriquecer la comprensión del mensaje dado.
• Mostrar respeto por las opiniones de los demás.

  Teniendo en cuenta estos aspectos solo queda practicar, así que: ¡A comunicar!