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Las estrategias de aprendizaje para la adquisición de la lengua extranjera

Lingua Franca

Por Yanela Gónzález Pérez.

En la sección anterior, hablábamos sobre los estilos de aprendizaje de lenguas extranjeras y mencionamos las estrategias de aprendizaje como elemento inevitablemente unido a los estilos. No podemos verlos de manera aislada, pues cada estudiante, según su estilo, debe aplicar estrategias que le permitan lograr mejorar sus competencias comunicativas.

En el aula de lengua extranjera, o en el caso del alumno autodidacta, es preciso crear la conciencia en los estudiantes sobre las estrategias, y luego permitirle a cada uno seleccionar las apropiadas para alcanzar sus metas de aprendizaje. Cuando el estudiante escoge estrategias que se adaptan  a su estilo de aprendizaje, estas se convierten en las herramientas útiles que le permiten al estudiante alcanzar el fin determinado.

Es importante no confundir las estrategias con las técnicas usadas por los estudiantes en el proceso. Las técnicas son actividades específicas que usan de forma mecánica. Las estrategias son el uso reflexivo de esas técnicas, por ello se definen como los procedimientos elegidos por los alumnos para favorecer su aprendizaje. Las primeras investigaciones del uso de las estrategias en la adquisición de lenguas extranjeras datan de los años 1960. En 1990, Rebecca Oxford nos ofrece un concepto más preciso, ¨acciones específicas, comportamientos, pasos (…) implementados por los estudiantes que contribuyen al logro de la competencia comunicativa¨.

Debemos conocer, además, que las estrategias son generadas por el estudiante, mejoran el aprendizaje y la competencia lingüística, le permiten ser más autónomo, son flexibles y se pueden enseñar. Estas características, ofrecidas por Lessard-Clouston en 1997 nos permiten acercarnos y explicarnos más su utilidad y rol.

Existen diversos tipos de clasificación ofrecidos por lingüistas y profesores de lengua, en nuestra sección, nos apoyamos en la que brinda la propia Oxford. La autora las divide en dos grupos fundamentales: directas e indirectas. Dentro de las directas incluye: de memoria o mnemónicas, cognitivas y compensatorias. Como indirectas propone: metacognitivas, afectivas y sociales.

Directas

  • De memoria: Se basan en el recuerdo de lo aprendido o “mnemotecnia”. Acciones a través de las cuales el alumno creará relaciones (visuales o auditivas principalmente) que facilitarán recordar la información a través de creación de asociaciones, inferencias, relaciones, rimas, creación de imágenes mentales, combinación de imágenes con sonidos, listados de palabras, y otras.
  • Cognitivas: Son aquellas que ayudan a reflexionar sobre su propio aprendizaje, analizando y sintetizando lo aprendido. Comprende el uso de técnicas como la revisión, comprensión, y puesta en práctica en diferentes contextos, identificación de detalles, realización de resúmenes, entre otras.
  • De compensación: Capacitan al estudiante para usar la lengua a pesar de las limitaciones y los vacíos de aprendizaje. Incluye el uso de técnicas como la adivinación y deducción de significados, la anticipación de contenidos, el uso de sinónimos y la búsqueda de alternativas para expresar ideas.

Indirectas

  • Metacognitivas: Son las que permiten al estudiante dirigir y coordinar su propio aprendizaje. A partir de la evaluación del proceso, plantear objetivos, planificar tareas, es capaz de auto monitorearlo.
  • Afectivas: Ayudan al estudiante a identificar y manejar sentimientos, intereses y motivaciones. Incluye técnicas como la relajación, automotivación y la consulta de inquietudes.
  • Sociales: Son aquellas que favorecen la interacción con otros. Dentro de las mismas identificamos técnicas como solicitar información, permitir correcciones, compartir información y otras.

Las estrategias de aprendizaje tienen el poder de aumentar la atención esencial para aprender el idioma, promover el ensayo que permite afianzar los nuevos conocimientos, y mejorar la decodificación e integración de material relacionado con el idioma. Por tanto, es necesario desarrollarlas sin que predominen unas sobre otras. En el aula, el profesor puede estimular su desarrollo a través de la práctica guiada, pero el alumno auto didacta debe ser consciente de ellas y emplearlas como tal. En ambos casos, es el alumno el que debe desempeñar un papel activo en su aprendizaje. Sólo así, logrará su máximo desempeño en la lengua extranjera.

Epg. Luis Ernesto Ruiz Martínez
Lic. en Educación, especialidad Matemática-Computación. Especialista en Docencia en Psicopedagogía. Metodólogo de la Dirección de Comunicación Institucional.

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