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Letras con sello nuestro: trabajo de titanes (II)

En la sección anterior publicamos la primera parte de la entrevista a Yané Alvarez, jefa del Departamento Editorial de la UHo. Ese trabajo esclarecía, sobre todo, las características del trabajo de Conciencia Ediciones y los mecanismos para publicar con nuestro sello.  En esta parte se revelan otras aristas del trabajo editorial.

¿Cómo ha evolucionado acabado final de los libros?

–En materia de diseño y acabado final hoy es mucho más favorable nuestro desempeño. Creo que los que no somos especialistas en esas áreas hemos ido alcanzando mayor experiencia y especialización con el transcurso del trabajo. Podemos dar opiniones con mejor criterio sobre el formato o los colores elegidos. Sin embargo no contamos con un diseñador en la plantilla. Uno de nuestros editores –Julio César– se ha convertido en maquetador y diseñador auxiliar, porque es un joven con inquietudes hacia el diseño. Tenemos personas que colaboran como el profesor Yensy Torres Oliva, que ha sido un colaborador incondicional para los libros y las revistas y nos hemos apoyado en él. Desde el colectivo hemos apostado por perfeccionar esa arista.

–Tenemos la posibilidad de hacer la impresión cero del texto y, de conjunto, buscamos cómo mejorar el diseño del libro en materia de edición, de imagen, porque todo es importante. Si el primer contacto visual no resulta agradable va a ser más difícil que el contenido resulte agradable. Hemos logrado imprimir los primeros ejemplares con personas que se han especializado en esta rama y tenemos la posibilidad de una interacción constante con ellos. En ese sentido hemos dado un salto cualitativo. Si comparas diferentes ediciones de un mismo texto puedes percatarte de la diferencia. Y podremos mejorar mucho en la medida en que busquemos más críticos, más colaboradores que nos orienten en este aspecto, incluso cundo no satisfagan el criterio de un editor. Este trabajo no solo implica al editor, sino al colectivo editorial, porque alguno puede dar la opinión que realmente transforme la idea inicial sobre el libro. Es el equipo de edición el que determina, valora que es lo más factible para el proyecto editorial. Lo que debe tener mayor valor final es el libro y a ese le ponemos todo el empeño.

¿Qué papel ha tenido la superación del colectivo en el momento actual?

–Percatarse de que la preparación y superación del recurso humano es un elemento fundamental para poder aspirar a un trabajo mucho más loable, más perfecto. Este ha sido un importante elemento que nos ha permitido avanzar en estos años. Tenemos la potencialidad de contar en el colectivo con personas de mucha experiencia en el mundo editorial, y de otros que en su formación de pregrado alcanzaron alta preparación. Si bien el arte de editar no se enseña, porque constituye un oficio, creo que la manera en que nos llegaron las personas, bien formadas en su especialidad, les permitió acumular un grupo de habilidades y conocimientos que han sido complementados de manera efectiva con la superación sistemática y el intercambio con los de mayor experiencia. Esto les ha permitido a nuestros especialistas interactuar, no solo con un proceso, sino en varios; así multiplican su preparación y superación.

–Por otra parte -continuó- para el editor constituye una actividad obligatoria la autosuperación, el constante vínculo con la búsqueda de información, el intercambio entre profesionales… Eso nos ha permitido avanzar, y que los jóvenes que se han incorporado al colectivo editorial hayan adquirido una mayor preparación. No podemos aspirar a que todas las personas que lleguen al colectivo sean de experiencia. Este es un oficio que se va forjando, aprendiendo, y hay que lograr que en el plan de cada docente existan acciones de superación constantemente por las vías que se encuentren. En el propio proceso de edición, el intercambio con los autores constituye una actividad de autosuperación en grado superlativo: recordemos que editor tiene una formación en una materia determinada, pero los libros que se editan son de diversas materias. Quizás los contenidos de ciencias sociales no resulten muy complicados, en tanto estamos mucho más cercanos a esas especialidades, pero cuando hablamos de un libro para ingenieros o de economía, le ponen la parada alta al editor. Por lo tanto, no es sólo superarse en los procesos relacionados con la edición, sino con todas esas materias que te propone el autor y en las cuales, si bien no eres especialista, tienes que tener cierto dominio, cierta cultura que te permita poder ofrecer una opinión, proponer algún cambio, hacer una crítica acertada…Esa es el arma fundamental de un editor, la preparación.

¿Intercambian experiencias con otras editoriales?

–Lo primero que hicimos fue acercarnos a la experiencia de otras editoriales del país, tanto editoriales universitarias como de las provincias. Tenemos el privilegio de poder contar con personas que han tenido un vínculo muy estrecho con el sistema editorial del territorio, y de hecho lo mantienen, para un mejor acercamiento. De igual modo firmamos un convenio de cooperación con otras editoriales como Ediciones futuro, que son mucho más fuertes en las publicaciones electrónicas, nosotros fundamentalmente en formato impreso, y eso nos posibilitó una relación en la que ambas instituciones nos aportamos. Nos hemos insertado en los espacios que se generan en el mundo editorial de la provincia y del país, eso ha fortalecido el vínculo con otras editoriales, y con las personas que dirigen el proceso editorial en el país, con otros especialistas e investigadores. Eso es primordial para dar un salto de calidad en nuestro trabajo. Ahora estamos más cerca de cumplir un sueño que es el de crear un sistema editorial universitario de Cuba, lo que fortalecería mucho el trabajo de las editoriales.

¿En el entorno editorial cómo ves la situación de Conciencia ediciones?

–Por lo que he visto de otras editoriales universitarias y por nuestros logros en los últimos años, me atrevo a decir, sin ningún trazo de chovinismo, que después de Ediciones UH, perteneciente a la Universidad de la Habana, Conciencia ediciones se sitúa entre las de mayor avanzada. Por supuesto, me refiero a las editoriales universitarias, las del sistema de cultura tienen otros objetivos, otros sistemas de trabajo, diferentes líneas y mayor experiencia. Como editorial universitaria tenemos el encargo de publicar textos, pero de trabajar también en la edición de artículos científicos, es una responsabilidad mucho más especializada y abarcadora. Luego de Ediciones UH, nosotros somos los que mayor número de textos hemos editado en el país. Pienso que en ese sentido vamos por buen camino. El hecho de haber podido socializar nuestros resultados en varios espacios nos ha posibilitado crecer, aprender de otras experiencias y perfeccionar los procesos que desarrollamos. Para un sello editorial es esencial el intercambio con otros hacedores, con otros medios, ellos nos dan la medida para ir perfeccionando lo que hacemos.

¿Satisfacciones, insatisfacciones y dificultades ante el trabajo?                                                                         

–Dificultades hay todos los días. Soy de las que dice que nací para sortear obstáculos y para que las cosas no se me hagan fáciles. El colectivo también piensa así. En nuestro camino está luchar y trabajar todos los días. A veces las mayores dificultades vienen de afuera, de cosas que no dependen de ti. A esas dificultades se les anteponen los logros, los deseos, las voluntades de las personas que hacen el trabajo contigo. Cuando hay personas que comparten las mismas expectativas y van a la par tuya esas dificultades se obvian. El hecho de mirar el estante –lleno de los libros publicados por el sello– y ver lo que se ha logrado en tan poco tiempo, y de que hay tantas personas satisfechas con nuestro trabajo, que lo agradecen, hace olvidar las dificultades. Por supuesto, podemos mejorar mucho aún.

–El acto de revisar nuestras revistas y constatar que han crecido es satisfactorio. En los espacios en los que he podido hacer la valoración del cumplimiento de los objetivos del Departamento Editorial, de manera particular el trabajo de las revistas, abogo por las experiencias de otras universidades que tienen un trabajo más fortalecido y consolidado. En este particular se requiere de un trabajo en equipo, de la tecnología adecuada para una labor óptima, requiere de un colectivo especializado: un editor, un editor web, de un traductor, de un diseñador… y eso aquí lo hemos logrado con una persona que se dedica a editar, a maquetar, a interactuar con los árbitros, que trabaja en los tediosos y largos formularios que las bases de datos nos envían para poder acceder a ellas y que es un trabajo que lleva tiempo, especialización, que es riguroso… Yo diría que el trabajo que hacen es de titanes porque lo que debe hacer un equipo, que lo haga una persona, es digno de elogiar y reconocer. Cuando miro hacia el mundo de los libros y veo que el editor concluye el trabajo de corrección de un libro para pasar a hacer otro texto, o para pasar a hacer la maquetación de otro texto, eso es digno de reconocer porque es el trabajo que debería llevar un equipo en el que cada cual tiene su parte, su especialidad. En el caso nuestro no. Nos dividimos cada uno en muchas partes para hacer todo el trabajo. Nuestros docentes no son editores por formación, sino por oficio; pero son docentes también, no nos hemos desvinculado de la docencia ni de la superación. Por lo tanto, creo que el mérito es añadido. Nuestros docentes se convierten, por momentos, en hacedores de otros procesos administrativos, que garantizan los procesos editoriales y lo hacen con mucho gusto y responsabilidad.

¿Retos?

– Tenemos muchísimos retos. Lo primero es seguir buscando la especialización y perfeccionar los procesos que desarrollamos. Seguir enamorando personas para que vengan a trabajar o colaborar con nosotros. Sueño con que esta universidad tenga muchas más revistas en otras áreas del conocimiento porque esa es una necesidad de nuestros investigadores. Ese es uno de los retos de la editorial. También que nuestros libros puedan ser comercializados, no solo por el hecho que se puedan convertir en algo provechoso en lo material, sino porque es la manera de dar a conocer que lo que tenemos lo hacemos con amor y sueño con ver estos locales convertidos en locales más confortables, donde los visitantes se sientan a gusto. Otro reto tiene que ver con que nuestras autoridades vean que los resultados son producto del deseo con que trabajamos. Que no lo hacemos por título individual, sino que lo hacemos por la Universidad de Holguín, por la Educación Superior cubana y con mucho placer. El principal reto es seguir trabajando y aspirar a más. Vivimos insatisfechos porque queremos que las cosas siempre salgan mejor, no queremos quedarnos en un punto.

¿Logros?

–El hecho de que hayamos crecido en número, no sólo en calidad, también constituye un logro del colectivo. El 5 de julio de 2017 cuando entré al departamento éramos 3 en la plantilla, hoy somos más de 10 docentes y contamos con locales un poco más adecuados. Te puedes percatar que antes estábamos en locales más pequeños, casi hacinados. Hemos logrado estabilidad en ese sentido. Todo ello se traduce en un mejor resultado para los editores. En materia de promoción hemos avanzado mucho. El hecho de que nuestras revistas tengan una actualización más sistemática, que el sello se haya abierto más caminos es un logro. Pero sabemos que eso tiene que transformarse en más acciones.

¿Proyectos inmediatos?

–Ahora mismo se impone la presentación de 6 nuevos ejemplares que fueron trabajados durante todo este periodo de cuarentena y que están impresos, todos listos para socializar con la comunidad universitaria, y con sus autores de manera particular. La mayoría de esos textos son de la colección de las Ciencias Sociales. Pero tenemos también la colección de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte. Son todos de autores de nuestra universidad. Estamos trabajando por culminar la edición de algunos textos del plan editorial del 2019 y los que quedan también del plan 2020. Durante estos meses estamos a la espera de recepción de los textos que serán editados en el año 2021, a partir del proceso que anteriormente te expliqué. Pero el proyecto, en relación con los textos, más inmediato es poder realizar la apertura del almacén para la comercialización de los libros. En ese sentido se trabaja también.

¿Retos personales?

 –¡Y sí que hay retos personales! Continuar. Imagínate, aquí en el sello editorial, la única que no tiene formación como licenciada en letras o como licenciada en español literatura soy yo. El primer reto es la superación, poder acercarme cada vez más a los procesos editoriales. De hecho, estoy tratando a partir de la edición de un libro, esa tarea la tengo que aprender y se aprende haciendo. En este momento estoy en la en la edición de un libro que próximamente saldrá. Creo que la autosuperación constante, el intercambio constante con las personas preparadas, poder diseñar y asistir a cursos sobre políticas editoriales; me va a permitir acercarme a los procesos editoriales, a la actualización de estos procesos y acercarme cada vez más a lo que hacen mis compañeros. Son trabajadores que trabajan con deseo, con calidad, perfeccionando lo que desarrollan. El principal reto está en aprender y aprender de los demás, en aprender por mí misma, en auto superarme. Yo creo que no puedo exigir o controlar si no hay en mí un conocimiento, si no hay un aprendizaje. En algunos meses estaremos el celebrando el séptimo aniversario de creado el sello editorial. Va a ser en el mes de junio del año próximo y ya nos estamos preparando para esa jornada. Vamos a llegar con muchos más sueños cumplidos, con muchas más metas realizadas. Con mucha mejor preparación. Y, ojalá, que con mayor reconocimiento y aceptación de la comunidad universitaria para poder apoyar cada uno de los sueños que nos hemos propuesto alcanzar en este tiempo.

Yusmel Pérez Figueredo
Graduado de Historia del arte por la Universidad de Oriente (2002). Profesor de Historia del arte y Arte cubano de la Universidad de Holguín. Especialista de la Dirección de Comunicación Institucional.

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