Ya se nota la cercanía de las 24 horas, donde el amor y la amistad, se adueñan de los pensamientos, acciones, sufrimientos, alegrías y preocupaciones de todos. Hasta ahora, no he visto a alguien que no sucumba a sus efectos y no dedique esta jornada a agasajar o reprochar a las personas más cercanas, esas que nos hacen felices o que rompieron nuestros corazones.

Para todos ellos, en este día especial, comparto algunas líneas que escribí hace un tiempo y que, de una sui géneris manera, recoge una de sus aristas y expone consejos de especialistas en el tema.
“Cae la tarde y no encuentro sus manos. Me detengo un instante y acudo al buzón una y otra vez, pero no encuentro sus palabras. Quizás esté afuera, buscando una razón para aliviar la nostalgia o el trabajo lo agobie demasiado y le robe nuestros ansiados minutos. De repente, me sorprende un mensaje, me sudan las manos, tengo la respiración entrecortada, es él.
Quizás muchos se pregunten de qué estoy hablando y muchos ya lo habrán adivinado. Hoy es 14 de febrero y mi pareja hoy no dormirá en mis brazos, no sentiré su sonrisa en mi mejilla, ni existirán miradas cómplices ni paseos a media noche, de esos que soñamos las románticas en una fecha tan especial.
Y es que se suele decir que el amor de lejos no funciona, y tal vez tengan razón. La realidad es que las propuestas de trabajo, las becas para estudiar o la mudanza de la familia a otras provincias o fuera del país, pueden separarte de tu pareja por largos períodos de tiempo, una difícil situación que debemos asumir si has encontrado a tu verdadero amor.
Ilimitados son los consejos que psicólogos y otros investigadores sugieren para enfrentar estos momentos, pero les aseguro que no hay fórmulas ni manuales predeterminados, cuando de entender al corazón se trata.

Sin embargo, hoy quiero compartir contigo algunas ideas si en esta noche la soledad de tu sombra será tu única compañía, cuando estés a kilómetros de distancia de tu otra mitad.
Por trillado que suene no dejes de comunicarte. Es esencial transmitir al otro si estás triste, feliz, si lo extrañas, comentarle detalles de tu cotidianidad… así la persona se sentirá libre para compartir también sus vivencias y sus sentimientos.
Además, es muy importante hacerlo sentir que es muy especial, cuidando la confianza, el valor del compromiso con el otro, la honestidad, la flexibilidad, sinceridad y tolerancia, así no hay riesgo a un enfriamiento de la relación o a una infidelidad. En la cotidianidad, el internet y los celulares… facilitan un contacto diario, que es fundamental para mantener la relación, siempre que la pareja así lo acuerde. SMS, fotos, o canciones significativas por correo electrónico, un guiño en las redes sociales… hace que esa persona se sienta querida y se percate de que se la echa de menos, incluso la misma cena a ambos lados de la pantalla, compartir una película y luego comentar…
No te dejes llevar por los días malos, celos o frustraciones. Por supuesto que es difícil, no sabes lo que hace a cada minuto, pero en realidad nunca lo sabemos. Los celos solo pueden nublar la realidad.
Tómate tu tiempo. Es complejo, pero debes ser consciente de que existe un proceso interno de adaptación a la ausencia. En los primeros momentos se pasa por un estado emocional marcado por la añoranza. Todo te recuerda su presencia, la cama vacía, el refugio en su pecho, pero ponte en su lugar: también siente soledad, incertidumbre o desarraigo.
Nunca dejes de amar intensamente. La distancia es solo una excusa. Solo quien tiene a su amado tan lejos, puede sentir el escalofrío y la sed de un beso apasionado con sabor a 14 de febrero.