Por Miosotis Hidalgo Font / Depto. de Psicología

Bienvenidos a la sección Psicología para tu Vida, en esta oportunidad abordaremos un tópico del cual necesitamos reflexionar y ampliar nuestros conocimientos, la violencia de género contra la mujer en las relaciones de pareja.

El maltrato en la relación de pareja no es un asunto nuevo y aunque existen varios tipos, hoy comentaremos brevemente sobre la violencia física, esa que a veces se ve o no, y que puede acabar con la vida de las mujeres que son víctimas de este flagelo anclado en la sociedad.

Si eres mujer y estás leyendo este artículo, debes ser consciente de que nada justifica que te maltraten ¡No lo permitas! Informarse ayuda a prevenir. Debes conocer que las situaciones de violencia y maltrato son mucho más frecuentes en las relaciones de pareja de lo que se piensa.

La violencia en la pareja no tiene edad ni estatus social, tampoco conoce de niveles culturales o posición económica, no tiene relación con las drogas ni con el alcohol y, en la mayoría de los casos, tampoco con enfermedades ni trastornos neurológicos.

Una de sus causas –siempre presente– es el machismo y su difundida creencia de que la mujer es un ser “inferior”, “inmaduro” o “incapaz”. Todos los demás factores, podrán incrementar y desenfrenar una violencia previamente construida por esta manera de pensar, por creer esto de algún modo u otro. Por ejemplo, esto se comprueba en muchos hombres que beben alcohol o se drogan y se “permiten” arremeter contra su pareja, sin embargo, jamás lo hacen contra un superior (su jefe por ejemplo).

Es frecuente que mujeres que se encuentran en situaciones de violencia en su relación de pareja no cuenten a nadie sobre la violencia que sufren y algunas de las razones son:

• El miedo a la reacción del agresor. A veces, éste la amenaza con una agresión mayor (hacia ella y/o hacia su familia) si lo denuncia, o le promete que si no lo denuncia la dejará tranquila para siempre. Una de las tantas formas de manipulación que la víctima sufre por parte de su pareja, que es el agresor.
• En caso de adolescentes o jóvenes existe el miedo a que las personas adultas subestimen lo que les ocurre. Temen que no les den importancia.
• En numerosas ocasiones existe en las mujeres la creencia de que pueden controlar (y controlarán) la situación. Creen conocerle a él y saber cómo llevarle.
• El miedo a tener que iniciar una acción judicial. La justicia parece un lugar reservado sólo para “cosas más graves”.
• El miedo a la falta de confidencialidad. Creen que “todo el mundo” se enterará de lo que les ha sucedido.
• El temor a la presión de la familia y amistades para que se aleje del agresor cuando ella aún piensa que lo ama. Ella aún puede tener sentimientos contradictorios y no está decidida a poner fin a esa relación.
• La vergüenza frente a la familia y amistades que muchas veces alertaron del comportamiento violento del agresor. Admitir que tenían razón, que ella se ha equivocado puede ser muy duro.
• Vergüenza y temor por las repercusiones de un arresto. ¿Qué pasaría si lo arrestasen? ¿Sería ella la culpable? ¿Los amigos la despreciarían?

¿Qué puedes hacer si tu pareja te maltrata?

Debes saber que tolerar en silencio la violencia física o psicológica, no resolverá el problema. Tampoco este problema se resuelve por sí solo o con el paso del tiempo. Es muy importante que sepas que, si él te maltrató una vez, es muy probable que lo vuelva a hacer. Buscar ayuda profesional es una urgencia porque tu vida puede estar en riesgo. En Cuba existen las Casas de Orientación a la mujer y la familia, donde hay especialistas con preparación en esta temática.

¿Qué puedes hacer si eres amiga, vecina o familiar de una mujer de la cual sospechas que es víctima de violencia? Háblale sobre lo que ves y asegúrale sobre tu preocupación por ella. Bríndale tu apoyo emocional. Dile que le crees y que no es su culpa. Anímala a buscar ayuda profesional sin demora.