Por MSc. Rita María Borges Angulo/Profesora del departamento de Marxismo-Leninismo e Historia de Cuba.
Una de las páginas más gloriosas de la lucha contra la tiranía de Batista fue protagonizada por las filas de la Federación Estudiantil Universitaria y su Presidente José Antonio Echeverría.
Este joven estudiante de Arquitectura de la Universidad de La Habana había dado muestras de su descontento al régimen y su amor patrio desde sus años en el bachillerato, después del golpe del 10 de marzo de 1952, y evidenciándose a partir de la Declaración de Principios de la FEU, cuando declara: “el estudiante es el baluarte de la libertad y su ejército más fuerte.”
El grupo de avanzada de la FEU siguió de cerca los sucesos del 26 de julio de 1953 por lo significativo de esta acción para toda Cuba; fue el renacer de la esperanza en su lucha.
En los años 1954-1955 la FEU mantiene en la capital el espíritu de rebeldía, desarrollando actos de denuncia contra el régimen. A finales de este último año José Antonio y sus compañeros más cercanos fundan el Directorio Revolucionario, organización de vanguardia en la lucha e impulsan junto a la FEU protestas constantes contra la tiranía.
En agosto de 1956 la FEU representada por José Antonio, y Fidel Castro por el Movimiento 26 de Julio -dos núcleos que agrupan en sus filas la nueva generación- y firman el Pacto de México con el propósito de unir sus fuerzas para derrocar la tiranía y llevar a cabo la revolución.
El reinicio de la lucha a partir del desembarco del Granma activa las acciones del estudiantado cubano, liderado por la FEU y el Directorio Revolucionario, y para dar cumplimiento al Pacto se organiza una acción de comandos urbanos armados en la capital; era el 13 de marzo de 1957, con el objetivo de ajusticiar al tirano en su propia madriguera en el asalto al Palacio Presidencial, tomar la emisora Radio Reloj para dar a conocer el objetivo de la acción y como acción secundaria tomar el Palacio de Bellas Artes. Tres grupos de jóvenes que se enfrentaron a fuerzas superiores sin importarles sus consecuencias.
Batista logró huir del Palacio, el Palacio de Bellas Artes no fue tomado según lo previsto, sólo el grupo de José Antonio logró tomar Radio Reloj para dar la noticia de la muerte del tirano, pero las acciones en su conjunto fracasaron, y las fuerzas del dictador se ensañaron con sus ejecutores y la población de la capital.
José Antonio murió acribillado a balazos en un enfrentamiento con la policía cuando regresaba a la Universidad. Fueron días difíciles para los revolucionarios por la represión desatada por el régimen que siguió cobrando vidas en los días posteriores. Así el 20 de abril de ese mismo año fueron asesinados en Humboldt 7: Fructuoso Rodríguez, Joe Westbrook, Juan Pedro Carbó Serviá y José Machado, perdía así el Directorio Revolucionario a sus más reconocidos líderes de aquellos momentos.
El Directorio Revolucionario a partir de entonces se reconoció como DR-13 de Marzo en honor a aquella acción y continuó la lucha revolucionaria en alianza con las fuerzas rebeldes hasta el triunfo del 1ro de enero de 1959.
Después del triunfo revolucionario se vinculó a todas las tareas de la Revolución hasta conformarse el Partido Comunista de Cuba.
La FEU en honor a esas páginas gloriosas no olvida a su eterno presidente y por ello ha apoyado a la Revolución en todos los procesos como uno de sus más dignos baluartes.
