Cuando se fundieron en aquel abrazo, el Dr. C. Reynaldo Velázquez Zaldívar, promovido a Director General de Pregrado del Ministerio de Educación Superior y la Dr. C. Isabel Cristina Torres Torres, actual Rectora de la Universidad de Holguín, no imaginaban que ese gesto se convertía en el símbolo del acto de entrega y recepción del cargo de Rector.

Las formalidades propias de un momento como ese, no impidieron que se disfrutara de la emotividad, la ternura y la avalancha de sentimientos que colmaron el teatro de la sede José de la Luz y Caballero, de la Universidad de Holguín, durante casi dos horas.

No podía ser de otra forma. En sus cinco años como máximo líder de la universidad holguinera, Rey, como muchos le dicen a pesar del respeto que exige un cargo como ese, se encargó de convertir cada espacio de la institución en su despacho, y las palabras amables y respetuosas, en su discurso cotidiano.

Nadie quería perderse el hasta luego a un Rey que, sin corona ni reino, pasa a ocupar, en breve, altas responsabilidades conduciendo procesos vitales para la Educación Superior del país. Llegaron desde La Habana, desde universidades del oriente y desde varias instituciones y organismos del territorio. Honrar, honra.

Aplausos, risas y hasta lágrimas, acompañaron cada uno de los momentos. Algunos, preocupados con la integridad cardíaca de los protagonistas, se aventuraron a pedir cordura. Pero, ¡cómo hacerlo en un momento tan importante para la institución!

En cada reacción, una muestra de confianza al cuadro saliente y a la que comienza la difícil tarea de conducir nuestros destinos profesionales. En cada obsequio, el reconocimiento al trabajo realizado y la confianza en lo que podemos seguir haciendo.

Aquel gesto breve e intenso, luego de la firma protocolar de la entrega del cargo, será recordado por años. No solo estaban el Rector y la Rectora, Reynaldo e Isabel, en el abrazo estábamos todos.