Hoy nos levantamos de forma diferente. Más que apresurarnos para intentar llegar puntuales a nuestras escuelas y trabajos, él estaba en nuestros pensamientos: este día es para él y había que cumplirle.
Cuando se llegan a 51 años de aquel trágico acontecimiento en la Quebrada del Yuro, Bolivia, donde un enfrentamiento entre los soldados de esa nación y los combatientes internacionalistas dirigidos por el Che terminan con nuestro Guevara herido, capturado y trasladado a la escuelita de La Higuera, donde es asesinado al día siguiente, se torna en compromiso para el recuerdo y el accionar de cada cubano que lo hace suyo.
Desde la Universidad de Holguín, cada estudiante, trabajador y docente se aglomeró en sus plazas centrales para rendirle tributo, a ese argentino de nacimiento, pero cubano por convicción y elección propia quien, en su propósito de hacer un mundo más humano, viajó para liberar los pueblos en regiones tan convulsas como su propio país, México, Guatemala, Bolivia, del continente africano y por supuesto, nuestra amada Cuba.
De esta manera, no solo se recuerda al Guerrillero Heroico, sino que se abren las puertas de una nueva jornada Camilo-Che, donde diversas actividades los tendrán como protagonistas en las aulas, pasillos y áreas de la comunidad universitaria. A esos hombres que formaron parte de nuestras tropas libertarias, que hoy son símbolos y ejemplos para nuestros pequeños, no solo por su coraje y solidaridad, sino por ser hombres de cada día, de esos que llenan de orgullo y ternura.