Invitados por la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas, Marta Harnecker, conocida socióloga chilena divulgadora del pensamiento de Marx y Michael Lebowitz, destacado economista estadounidense, radicado en Canadá, se encuentran en la Universidad de Holguín para intercambiar durante dos días, con estudiantes y profesores, sobre el debate contemporáneo marxista y el Socialismo del siglo XXI.

Michael Lebowitz compartió sus visiones acerca de cómo el ser humano debe ser el eje central del Socialismo del siglo XXI, el cual tiene dos caminos: el cambio de circunstancias y el cambio del ser humano; es decir, un nuevo producto. En el capitalismo, la producción destruye y desalienta a los trabajadores, transforma a los medios en un fragmento, donde el trabajador es destruido como sector empobrecido.

Temáticas como la democracia y sus características en Estados Unidos, la ideología de izquierda y su presencia cada vez menor en Latinamérica, el por qué se denomina Socialismo del siglo XXI y no en el siglo XXI, para no enmarcarlo en un período de tiempo, la vigencia del pensamiento chavista, la poca existencia de teóricos sobre estos tópicos, incluso cómo es visto este movimiento social desde las culturas occidentales centran los diálogos con estos prestigiosos investigadores.

Mientras, en conversaciones con Marta Harnecker, formada intelectualmente en Francia, bajo la tutela de Louis Althusser y que luego se convirtiera en estudiosa del movimiento obrero y activa colaboradora de los movimientos sociales de clase en Latinoamérica, declaró a la Dirección de Comunicación Institucional que cuando Michael y ella idearon este programa del Socialismo del Siglo XXI, fue con el propósito de que los estudiantes, fundamentalmente los jóvenes, se sientan involucrados en este proceso, ya que sabemos de la existencia de un cierto rechazo a una serie de características del socialismo que, lógicamente, son de arriba para abajo, con cuestiones burocráticas, decisiones del partido, del estado, que la gente recibe sin participar en la conquista de ese factor.

La posibilidad de tener en Holguín a alguien como Vladimir Pita, a quien conocí en Venezuela y saber que él ha estado relacionado con el pensamiento de Hugo Chávez; el hecho de que esté abierto a pensar en nuevas caractarísticas del socialismo, que son precisamente las del siglo XXI, es muy importante. Por tanto, la idea de que nuestro programa se complemente con algunas de las cuestiones que se están haciendo acá es muy interesante; en especial, en el plano educativo y me refiero al sentido audiovisual, una herramienta donde yo soy la profesora, pero también en lo que llamamos “participación sin profesor”. Esto consiste en, al menos, una serie de 12 documentales, con experiencias muy dinámicas, pues vas aprendiendo, sin profesor, cómo es que se hacen las cosas, expresó Harnecker.

Su proyección de trabajo no solo incluye el debate académico o el acercamiento a las temáticas desde el plano intelectual. Harnecker y Lebowitz confían en el trabajo comunitario, en el ser humano de abajo, con grandes potencialidades y un talento participativo, transformador, que necesita ser un protagonista conciente, con un atinado asesoramiento político.

La otra línea es el trabajo comunitario, o sea, cómo lograr que una comunidad se desarrolle integralmente. No solo que tenga resuelto el tema de salud, sino que los distintos actores jueguen efectivamente su rol. Justamente, todo nuestro esfuerzo es promover, por eso la idea de participación desde abajo es fundamental. Y es que este nuevo estado tiene que modificarse, pues solo tiene sentido si son cuadros revolucionarios los que lo habitan porque, evidentemente, el marxismo clásico no contaba con eso. El pensar en este enfoque, nos parece esencial, afirmó la también ganadora del Premio Libertador al Pensamiento Crítico (2014), otorgado en Venezuela.

Para Marta Harnecker, la confianza en los jóvenes es definitorio por ello, expresó que lo primero que pensamos al concebir este programa fue en los jóvenes. Sabemos que muchas veces hay resistencia por malas comprensiones. Nosotros defendemos el socialismo y como usted habla del Socialismo del siglo XXI se sienten atacados y yo digo, en primer lugar que, la Revolución Cubana nos enseñó que había que hacer la Revolución con lenguaje en español. Lo que más nos llamó la atención en el comienzo era que muchos de los productos comunicativos como afiches, pancartas de los personajes eran fundamentalmente históricos de América Latina. Solo después apareció Marx, Lenin, por eso esta idea de hablar en español, de la creatividad inicial de los cubanos, que por desgracia se perdió después. Nuestro programa, de cierta manera, podría ayudar a recuperar esa creatividad inicial del proceso, porque para nosotros Cuba, fue algo muy diferente.

Entre las obras que ha publicado Harnecker se encuentran, Conceptos elementales del materialismo histórico y El capital: conceptos fundamentales; así como Reconstruyendo la izquierda. Sociología y política, y Militares junto al pueblo: entrevistas a nueve comandantes venezolanos que protagonizaron la gesta de abril de 2002.