Recordar a una valiosa mujer como Celia Sánchez Manduley es una de las intenciones que llevó a un grupo de profesores de la Universidad de Holguín a crear una cátedra que estudie y mantenga vivo su pensamiento.

Para conocer cómo se concretó este sueño y qué actividades realizan desde la cátedra, ubicada en la sede universitaria que lleva el nombre de Celia Sánchez Manduley, fundada hace 16 años por nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, la Dirección de Comunicación Institucional conversó con su Presidente, el MSc. Víctor Aguilera Nonell, profesor de Historia.

¿Cómo nace la Cátedra Honorífica Celia Sánchez Manduley?

En la Universidad de Holguín nace la idea de crear la Cátedra Celia Sánchez Manduley con el propósito, no solo de revitalizar los estudios vinculados a la vida de esta heroína de la Revolución, sino también con el objetivo de realizar estudios sobre la Revolución Cubana.

Las investigaciones comprenden los estudios desde el año 1952 hasta la actualidad y enmarca la figura de Celia, pues gracias a su empeño por salvaguardar toda la documentación de la etapa de la Guerra de Liberación Nacional es que hoy la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado puede contar con una amplia fuente de información para los estudios de este período.

Al triunfo de la Revolución fue Celia quien tuvo la idea de crear esta oficina para que se promoviera y se conociera a fondo la Historia. Es por ese motivo que, nosotros interesados en trabajar las líneas relacionadas con el proceso revolucionario cubano decidimos crear la Cátedra y nombrarla como esta gran mujer que, además, coincide con el nombre de la sede universitaria en la que radicamos.

¿Cuáles han sido las principales actividades que han desarrollado?

Desde la inauguración de la Cátedra nos propusimos un plan de acción encaminado a dar a conocer la obra y el legado de la Revolución Cubana. Es así que nace en las páginas web institucionales de la Universidad de Holguín, la sección “Imágenes en Revolución”, vinculada, fundamentalmente, con la obra de Fidel y Celia.

La Cátedra tiene un evento central que se hizo coincidir con el evento madre, de carácter nacional, de la carrera de Historia que es “Recorriendo los caminos de la Historia”. Este año, en el mes de marzo, se realizó el primer taller nacional sobre Estudios de la Revolución Cubana. La comisión 1 estuvo dedicada a esta temática, con aproximadamente 35 trabajos, de estudiantes y profesores de nuestro centro, de Las Tunas, Camagüey, Santiago de Cuba y otras instituciones.

¿Quién es Celia para Víctor Aguilera?

Celia es la figura, que además de reunir esa confianza hacia Fidel Castro, fue aquella persona que organizó, desde el mayor silencio, un proceso revolucionario al sur del oriente cubano. Fue la mano derecha de Frank País, fue la mujer que logró aglutinar a un grupo importante de campesinos que jugaron un papel esencial en la ayuda a los expedicionarios del Granma. Gracias a ella, pueden estos hombres, después del fracaso inicial del desembarco, después de Alegría de Pío, ser ayudados a organizarse con Fidel al frente. Igualmente, Celia va a ser la encargada de preparar, desde el Marabuzal de Manzanillo, al primer refuerzo que va a tener la Sierra Maestra, con las armas, hombres, alimentos, ayuda económica y medicamentos.

Luego, cuando Celia ya es fichada por los órganos de la dictadura se ve obligada a subir a la Sierra Maestra y a partir de ese momento, se convierte en la mano derecha de Fidel Castro, no solo como su secretaria personal, sino como una combatiente más.

Tras el triunfo revolucionario comienza a ocupar diversas funciones del gobierno, que la llevan a ser la Secretaria del Primer Ministro y se va a encargar de acciones vitales como la atención personal a todos los hijos huérfanos de combatientes que cayeron en la Guerra de Liberación. De esta faceta se habla poco y que hoy, gracias al libro “Celia, mi mayor regalo”, escrito por Eugenia Palomares, una de las niñas que Celia cuidó, se cuenta cómo asumió a cinco pequeños a quienes garantizó un hogar, educación, salud y mucho amor. Estuvo junto a ellos hasta su muerte en 1980, luego de que todos se habían graduado de la universidad y se casaron.

Para la Revolución, Celia fue muy importante. Todas las obras iniciales tienen la impronta de Celia. Hoy existe el Complejo Histórico de Birán, gracias a que tuvo el empeño de reconstruir la casa que se había quemado en el año 1955. Hoy tenemos un Parque Lenin en La Habana, como pulmón verde de la capital, gracias a Celia; así como la heladería Coppelia, el Palacio Nacional de Pioneros José Martí, entre otras.

Había una idea en el pueblo que lo que Celia sabía, Fidel lo sabía. Por tanto, lo que Celia sabía, se resolvía. Muchas personas, cuando tenían algún tipo de dificultad, a quien le escribía, era a Celia y ella era, quien llevaba hasta último momento, el trabajo de atención a esas personas. Por eso Fidel decía que era la Flor más autóctona de la Revolución; la persona que más hizo por el pueblo, junto con otras mujeres como Vilma, Haydée, Teté y Melba.