Érase una vez, en tierras lejanas y otras más cercanas, grupos muy diversos de personas que, con previo anuncio en un “plan de trabajo” – un tanto ajustado tras las amenazas de Matthew– esperaban ser visitados desde el “nivel central”, con el propósito de conversar sobre cómo había iniciado en su entorno, el presente curso escolar en la Universidad de Holguín.
Cuentan los más experimentados que, cada año, se ha hecho tradicional echarse la adarga al brazo y aventurarse a recorrer cientos de kilómetros en un viaje, tan importante como necesario, a los 14 municipios, escenarios donde se continúa apostando por una Educación Superior de calidad y con sello holguinero, a pesar de las consabidas limitaciones materiales, pero con sobrado compromiso y motivación.
Estos son los condimentos esenciales que caracterizan el trabajo sistemático que se lleva a cabo en los centros y filiales que actualmente tiene la Universidad de Holguín en los territorios de la provincia. A cada uno de ellos llegó una pequeña delegación, que como único requisito exigía no estar “pasaditos de peso”, por lo que fui elegida por unanimidad, con la tarea de reportar los detalles de cada encuentro.
Todo comenzó en la zona niquelífera de Moa, punto de partida para que la Dra. C. Isabel Torres Torres, Vicerrectora primera de la institución, informara en cada intercambio efectuado en los CUM y FUM visitados, que este año, la mayor matrícula se concentra en la modalidad de Curso por Encuentro (CPE), con más de 4 mil estudiantes. Por tanto, es necesario un esfuerzo mayor en la atención diferenciada a los alumnos que al finalizar el primer año, deben vencer Matemática, Español e Historia, asignaturas que no se arrastran y deciden la permanencia de los alumnos en la enseñanza universitaria.
Especial atención reserva, además, la implementación del Plan E este período lectivo en las carreras pedagógicas, una práctica docente que se extenderá el próximo curso a todas las carreras universitarias, es decir, a partir de septiembre de 2017, todas las carreras universitarias tendrán una duración de cuatro años. Por tanto, su correcta aplicación será la base para el éxito del mismo, una vez aprobado en enero de 2017, según trascendió Francisca Arranz Aranda, Decana en funciones de la Facultad de Educación Primaria, Psicopedagogía y Arte (FACEIPA).
Por su parte, Armando Serrano Tillán, Metodólogo de Universalización insistió en la estimulación a los estudiantes que se han mantenido desvinculados un tiempo de las aulas, pues no se puede permitir el desaliento.
“El traslado de los requisitos del ingreso al primer año no es motivo de menor rigor. Al contrario, aquí el papel del profesor es fundamental”, expresó.
Mientras tanto, se analizaron temáticas relacionadas con la categorización de los profesores, que aún tiene en los municipios talento por potenciar; así como el oportuno reconocimiento a aquellos que se han destacado en la investigación y otras tareas, tanto en sus áreas como en espacios concebidos en Premios del Rector, Jornada por el Educador, etc.; elementos que fueron expuestos por Luis Felipe Álvarez López, director de Capital Humano.
Otros tópicos se destacaron como la posibilidad de que el estudiante de CPE que haya vencido, al menos una asignatura desde el curso 2013-2014, se valorará la convalidación de la misma por la Comisión de Ingreso Provincial.
Asimismo, se abordó la necesidad de aprovechar los contenidos que están disponibles en la plataforma moodle, una vez instalados en cada centro o filial, pues no hay bibliografía impresa que satisfaga la demanda de estudio y superación.
De esta forma, el Dr. C. Reynaldo Velázquez Zaldívar llamó a continuar trabajando en la integración como fortaleza y más en el contexto de los municipios, donde se respira unión. Igualmente, argumentó que se deben fomentar las publicaciones en revistas indexadas para permitir el cambio de categoría, así como la preparación de proyectos de desarrollo local, en los cuales Mayarí y Gibara son excelentes ejemplos.
Diversas fueron las inquietudes de los docentes, especialmente con las convocatorias u oportunidades para becas, misiones y proyectos que no son de conocimiento en los territorios; la situación con las computadoras y el aseguramiento material para el trabajo cotidiano, entre otras, que fueron recogidos por las Direcciones Administrativa y Económica respectivamente.
Muchas fueron las peculiaridades de estos viajes, desde un añorado café con leche que nunca apareció; un delicioso fricasé de cerdo con sabor a ovejo o un “Ay, que se vayan”, nacido espontáneamente y sin sospechas de ser escuchado al calor de una tarde agotadora. Lo cierto es que, cada año quiero volver. Quiero aprovechar cada oportunidad de cercanía con los que también hacen ciencia y construyen futuro desde su pedacito.
