Ha quedado todo en silencio. Parece irreal. Cinco días de frenesí juvenil no dejaron espacio para la tranquilidad. Vinieron de todas partes de Cuba. La meta: compartir su pasión por las Ciencias Pedagógicas. Llegaron hasta la Ciudad Cubana de los Parques con la convicción de dejar su impronta, conocer gente interesante, descubrir rincones geográficos, acumular sucesos inmortalizados en historias porque, ¿qué sería de un encuentro estudiantil sin buenas anécdotas?
El día 21 de junio fue la fecha pautada. Los occidentales fueron los primeros en plantar la bandera. Desde ese momento no hubo marcha atrás. Decenas de horas de esfuerzo, logística, diseño, promoción y organización iban ganando protagonismo en un evento nacional que entregaba a la Universidad de Holguín la posibilidad de brillar a través de la creatividad y el talento, del que disponen, especialmente, cada alumno, trabajador y docente de la sede José de la Luz y Caballero.
Entre bailes y algarabía se hizo notar la delegación pinareña, que desde el primer día se robó el lente y las portadas institucionales, sin dejar atrás a las chicas avileñas, a los matanceros y los de oriente, encargados de compartir su cultura.
Así transcurrieron los debates en las ocho comisiones de trabajo, en los concursos de habilidades, en cada escenario que hicieron suyos estos jóvenes ávidos de respirar nuevas experiencias, al palpar la historia holguinera, al recorrer sus calles, disfrutar del arte citadino en el emblemático Teatro Comandante Eddy Suñol y contagiarse con la magia que distingue a la madrugada holguinera, propicia para un buen café, una bebida refrescante y una fugaz historia de amor.
Cómo no recordar entonces nuestras aventuras estudiantiles de la mano de estas generaciones que, sin importar los contratiempos, nos acompañaron en la travesía de encontrar el necesario transporte que urgía para que todos juntos pusiéramos un punto final al evento científico en el Complejo Museológico de Birán, un sitio de obligada visita cuando se ama y confía en los cimientos de la Revolución.
Ante la premura del tiempo y creyendo perdido el viaje para una buena parte del comité organizador y otros profesores, nuestro Director General llegó en su corcel blanco para salvar el último día. Gestión tras gestión, un camión “blindado” vino al rescate y lo que parecía una pesadilla se convirtió en el trayecto más emocionante, dejando atrás la subestimación, pues incluso saliendo casi 45 minutos después que las dos “poderosas” guaguas Yutong, solo 10 minutos marcaron la diferencia en la llegada, lo que nos permitió a todos participar de la clausura oficial del 29 Fórum Nacional de Estudiantes Universitarios de Ciencias Pedagógicas.
Tal fue el ambiente generado que fue imposible no conmoverse con los estudiantes y profes que gritaban de alegría ante los triunfos de los aproximadamente 50 muchachos y muchachas que se impusieron con sus conocimientos, una victoria que se llevó la delegación de Holguín en primer lugar y el ISP Enrique José Varona en segundo, cuyos resultados permitieron que esta última fuera seleccionada para realizar la 30 edición de este encuentro joven. El tercer puesto fue alcanzado por la delegación pinareña.
Con un grato sabor a éxito colectivo regresamos todos, camión “blindado” al frente, por supuesto, en cuyo interior se concentraba la luz del futuro, para sellar en la arena lo que comenzó en tierra firme, a riesgo otra vez de no contar con el apoyo del transporte, sin embargo, falsa alarma. Todos nos contagiamos de la pureza del mar, dejamos en la sal las malas preocupaciones, miramos a lo lejos con la certeza de que todo es posible si lo deseas lo suficiente y sabiendo que con los jóvenes se puede contar.
