El encuentro se había planificado para las 9:30 a.m. Pasaban los minutos y la premura por el cúmulo de tareas que nos persiguen día a día arriesgaban el éxito de una conversación que, sin pensarlo, se convertiría en un diálogo diáfano e instructivo entre dos profesionales que comparten un cariño sincero por la institución que los formó, hoy Universidad de Holguín.

Desde Rafael Freyre salía Juan Miguel Rodríguez Gámez temprano en la mañana, municipio holguinero en el que actualmente realiza su adiestramiento laboral, luego de haber egresado satisfactoriamente de la Educación Superior como Licenciado en Cultura Física.

A pesar de la cercanía geográfica crecía la incertidumbre por la imposibilidad de la llegada, un sentimiento que vino a apaciguar un mensaje en el que anunciaba su casi arribo a la facultad que lo viera crecer intelectualmente.

Camisa de mangas largas, jeans y una educación formal admirable fueron parte de la presentación de este joven, que nada tímido, accedió a compartir parte de su mundo académico, que le permitió en el 2015 haber alcanzado el premio a Estudiante Investigador, que cada año concede el CITMA a las jóvenes promesas que revolucionan con su talento la ciencia, la tecnología y el medio ambiente. En esta ocasión, lo recibirá el próximo 14 de mayo junto a Luis Felipe Maldonado, estudiante de quinto año de la carrera de Periodismo, quien alcanzó el galardón en la misma condición.

¿Qué motivó a Juan Miguel a entrar a la especialidad de la Cultura Física?

Comencé el preuniversitario en el año 2005 y estuve allí hasta el 2008. Me presenté a las pruebas de ingreso para entrar a la universidad y fue cuando alcancé la carrera de Licenciatura en Cultura Física.

Inicio en la Facultad en el año 2009 y fue un logro muy importante para mí, pues ya me encontraba en la Educación Superior y era una nueva etapa en mi vida donde iba a experimentar diferentes experiencias.

Siempre me gustó la vida universitaria. Conocí compañeros nuevos; personalidades dentro de la carrera, una especialidad que siempre llamó mi atención, especialmente la Cultura Física Terapéutica y Profiláctica.

Por ahí siempre me fui encaminando, ya que la investigación para mí siempre fue lo prioritario desde que estaba en el primer año, producto de que los trabajos que veníamos realizando iban alcanzando resultados en la sociedad nuestra y precisamente ese es el objetivo que se persigue con las investigaciones para luego aplicarlos de forma exitosa.

¿A qué proyectos te vinculaste desde primer año?

En segundo año de la carrera me vinculé al proyecto del Centro de Estudio de Ciencias Aplicadas a las Terapias Físicas y Naturales, más conocido por CECATFIN. Me dirigí allí hacia sus profesores y luego nos presentaron un grupo de líneas de investigación.

Es válido señalar que hubo una profesora, la MSc. Yusleidy Marlie Gordo Gómez, quien me atendió y guio desde el primer momento para tener los conocimientos y habilidades investigativas que poseo hoy.

¿Estas líneas de investigación te permitieron presentarte en algún tipo de evento?

Sí, como no. Esta línea de investigación que trabajamos desde un principio me dio paso a presentar ponencias en los fórums de base, luego a nivel de año, de facultad y en diversos eventos provinciales y nacionales; así como recientemente, en el mes de noviembre de 2015, participamos en la VI Convención Internacional de Actividad Física y el Deporte con el mismo tema investigativo.

¿Y cómo llegas a conformar el expediente que luego competiría por Estudiante Investigador tras estos resultados en años previos de la carrera?

Bueno, el Ministerio de Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) lanza una convocatoria para que se opte por el premio en diferentes categorías. Así, con la guía de mi tutora, la MSc. Yusleidy Marlie Gordo Gómez, conformamos el expediente en el que incluimos los resultados de las investigaciones que había llevado a cabo en mis tiempos como alumno y en mi primer año de adiestramiento. El mismo fue bien estructurado y fundamentado y posteriormente se presentó al CITMA hasta que llegó la feliz noticia de que había obtenido el lauro.

¿Qué representó para ti, tanto en lo personal como en lo profesional que se te haya reconocido con este premio?

Para mí significa mucho y estoy muy orgulloso porque pienso que es el resultado del sacrificio, tanto de mis profesores como en el personal desde el primer año de la carrera. Incluso, en mi etapa como trabajador y adiestrado, este antecedente me ha permitido continuar la labor investigativa, es decir, que no lo he dejado ese camino a un lado.

También estoy muy feliz porque considero que este es un resultado de nuestra institución, de la Facultad de Cultura Física, de mis profesores, de mis tutores, así como del decano y el claustro en general.

¿Y cómo estos logros han influido en esta nueva etapa que comentabas es como trabajador?

El fruto de la vida estudiantil me ha llevado a transitar por la vida laboral con una mayor seguridad, o sea, estar más preparado para enfrentar cualquier situación y específicamente para desarrollar el oficio en el que hoy me desempeño, que es la Actividad Física Comunitaria.

Actualmente me encuentro en el Combinado Deportivo “4 de abril”, en el municipio de Rafael Freyre como profesor de la especialidad que antes mencionaba y atiendo sus programas básicos como “Actividad física para el adulto mayor”; “Hipertensión, diabetes y asma bronquial”.

¿Alentarías a los estudiantes que hoy se encuentran en las aulas a investigar y participar de este universo científico?

Sí, por supuesto. Esta actitud es una de las mayores preparaciones que los estudiantes pueden alcanzar en ese período. Adquieres conocimientos, habilidades investigativas que te permiten desarrollarte y obtener resultados una vez graduado y desempeñando la actividad o el objeto social nuestro. Por ello es importante que todos los estudiantes investiguen, que fomenten esas competencias, que sigan este camino de la investigación científica porque, se los digo por experiencia propia: LOS VA A LLEVAR MUY LEJOS.