Ahí está ella acariciando su cabello. Mezcla sus dedos con el color miel natural que le impulsa a la ternura. Acostado en sus piernas, él se siente en paz, no puede evitar pensar que ese fragmento fugaz es el instante de felicidad que le llena el alma y le devuelve la inmensidad del pensamiento con una sonrisa.
Al fondo, ella tararea despacio: Las cosas pasaron muy deprisa, los recuerdos tan despacio/ Son tan breves tus sonrisas, tanto el tiempo que he esperado/ Para mí jamás te fuiste, porque el mundo se quedó parado… Se me olvidó todo al verte… Y él calla su voz con un ansiado y cálido beso, de esos que detienen tormentas y desatan galopes incesantes, que se renuevan con el deseo contenido.
Hay una pausa. Comienzan las palabras a desandar el pasado. ¿Recuerdas cuando nos conocimos? ¿Cómo andabas vestido? ¿Qué pensaste de mí? ¿Te gustó el primer beso? Toda una entrevista al más puro estilo del Gabo o de Orianna Fallaci, de esas que te ponen a pensar y despiertan los nervios.
Y es que, en la intimidad y complicidad de una mirada comienza todo. Es la arrancada de un trayecto que incluye pasión, apoyo, comprensión, sinceridad, arrojo y una dosis de locura.
Qué curioso es el silencio/ No sé qué es, pero hay algo curioso en nuestras vidas/ Esta noche yo enloquecería y al amanecer te fueras sin haberte dicho: yo he sido tan feliz contigo…
Así nos sucede a muchos por estos días. La cercanía de una fecha tan especial como el San Valentín, que festeja el amor y la amistad, hace que estos sentimientos sean celebrados con mayor alegría e inusitadas sorpresas. Un regalo se piensa como mejor opción. Tal vez una fragancia, una prenda de vestir, una invitación a comer o a bailar, o quizás a disfrutar de la película preferida son prioridades en la agenda.
Los amigos planifican salidas. Algunos abren el misterioso Buzón del Amor y esperan ser elogiados. Otros, simplemente, dejan pasar la jornada, como una más. Sin embargo, es la oportunidad ideal para confirmar nuestra lealtad a esa persona por la cual despertamos llenos de energía cada mañana; con la seguridad de hacer lo que soñamos posible; con la profesionalidad de un nuevo proyecto; con las ganas de conquistar el mundo; con la seguridad de que además de una pareja, tienes un gran amigo.
Ellos son así, con sus disfraces de vaqueros, pero dispuestos a invitar a los hijos a cenar/ Ellos son así, como románticos piratas intentando navegar en un mar de asfalto gris/ Ellos son así, mis amigos son así…*
Y aunque todos son los días del amor y la amistad, bien vale poner nuestros sentidos en función de esas personas especiales que hacen diferente y peculiar nuestra existencia.
*Fragmentos de temas interpretados por el cantante Alejandro Sanz