Por Adriana Nápoles Cabrera.
Hace seis años uno de los hombres más relevantes de la América Latina desapareció físicamente a causa de un cáncer que lo arrebató para siempre de su amada patria: Venezuela. Su despedida, aunque triste, aunó a una multitud de líderes mundiales que reconocieron su entereza al luchar por los más pobres y por la unidad de un continente tan complejo como el nuestro.

Por tales razones, hoy más que nunca, es necesario recordar a Chávez y vivir más unidos, como él quería. El acto solemne que se desarrolló en la tarde de este 5 de marzo en la sede José de la Luz y Caballero, fue precisamente eso, una oportunidad más para conmemorar, no su muerte, sino su vida.

Varios números culturales de la compañía Ronda de los Sueños y del Movimiento de Artistas Aficionados de la universidad, amenizaron una gala que evocó la figura del líder bolivariano en un espacio donde confluyeron dirigentes del partido, del gobierno y estudiantes de primaria, secundaria básica, preuniversitario, ciencias médicas y educación superior.

Emotivas fueron las palabras de la doctora venezolana Niurka Arévalo Robles, quien aseveró: Te fuiste, pero no moriste, te multiplicaste y desde ya hace seis años estás en cada niño que ahora tiene educación, en cada anciano que tiene seguridad social, en cada joven que ahora puede ir a la universidad y estás en cada uno de nosotros, tu ejército de batas blancas que junto a Fidel ayudaste a formar.

Hugo Rafael Chávez Frías, fue un hombre imperecedero, de esos que tienen el poder para marcar vidas y hasta naciones. Esa singularidad lo hizo acercarse necesariamente a otro gran hombre: Fidel, para juntos unir corazones desde latitudes tan diferentes. El acto de este 5 de marzo nos recordó que nosotros somos el resultado de esa unión y hoy, queremos homenajearlo. No por ser cubanos o venezolanos, sino porque somos, simplemente, los amigos del amigo.