El sábado 6 de febrero de 1932, hace exactamente 86 años, nació en Lawton, La Habana, el tercer hijo de Emilia Gorriarán Zaballa y Ramón Cienfuegos y Flores. El niño Camilo Cienfuegos, hijo de padres españoles de ideas progresistas, recibió desde pequeño el espíritu patriótico, el amor al trabajo y al estudio.
De su intensa vida, de su amor por los deportes, en especial la pelota, de sus vínculos con Fidel y el Che, y de su participación en la lucha guerrillera, habló el profesor Víctor Aguilera Nonel en representación de las Cátedras que, en la Universidad de Holguín, dedican parte de sus esfuerzos al estudio de la Historia de Cuba.
Con la participación de estudiantes y trabajadores de la sede Celia Sánchez Manduley, se rindió merecido homenaje a uno de los más importantes revolucionarios que protagonizaron la última etapa de la lucha que culminó con el triunfo de la Revolución Cubana el 1 de enero de 1959.
Fiel a Fidel y consciente de que la verdadera Revolución comenzaba en ese momento, expresó el profesor Aguilera, Camilo se convirtió en un importante factor de unidad y modelo de hombre nuevo. Para él, la nueva etapa era de educación, construcción, creación y orden.
No se equivocó Fidel cuando afirmó que en el pueblo había muchos Camilo. La perfecta combinación de la jocosidad propia del cubano con la responsabilidad en el cumplimiento del deber, lo convierten en un paradigma real para la formación de los jóvenes en la Cuba del 2018.