Atrás quedaron los días de “descanso”. Se cerraron páginas de vida matizadas por el esfuerzo, el orgullo familiar, la confianza en el futuro, las ganas de triunfar, pero solo para crear nuevas páginas; páginas llenas de conocimientos, amigos, amor, obstáculos, aventuras, victorias y una carrera que conquistar.
Es por ello que, nuevamente, los pasillos y secretarías de las cuatro sedes que dan vida a la Universidad de Holguín son invadidos por jóvenes que apuestan por convertirse en los profesionales que, dentro de cuatro y cinco años, conformen la nueva fuerza laboral del país.
Así lo manifiestan los padres que con ternura y preocupación acompañan a los bisoños universitarios que entrarán a las aulas, en septiembre, a través del Curso Regular Diurno, una modalidad que cada año nos aporta la mayor matrícula. No obstante, son muchos los que ya se acercan para ingresar en los Cursos por Encuentro y a Distancia, con la aspiración de buscar una segunda oportunidad profesional.
Elementos como el nombre y apellidos de cada integrante de la familia, el nivel de escolaridad, el estatus laboral y la escala salarial engrosan las planillas a llenar, en un proceso que requiere, además, la presentación de fotos y copias del título y certificación de estudios precedentes culminados, como exigencias que permitan el éxito de la matrícula.
Desde este 29 de agosto y hasta el 9 de septiembre estarán abiertas las puertas de la Universidad de Holguín y de sus 10 facultades, listas para fomentar habilidades, desafiar criterios, enriquecer puntos de vista, generar atinadas polémicas e irradiar profesionalidad y eficiencia, en una institución que arriba a su casi medio siglo de Educación y Ciencia.