En la vida de cada persona hay momentos clave, momentos que separan de una manera muy especial el antes y el después. Sin duda, el primer día en la universidad resulta un hecho significativo para todos los jóvenes que apuestan por un buen futuro profesional.
Por Yudith Rojas Tamayo
yrojas@fh.uho.edu.cu
Departamento de Comunicación Institucional
En la vida de cada persona hay momentos clave, momentos que separan de una manera muy especial el antes y el después. Sin duda, el primer día en la universidad resulta un hecho significativo para todos los jóvenes que apuestan por un buen futuro profesional.
Ahora no puedo evitar recordar que hace seis años era yo la joven sentada de aquel lado, llena de expectativas, sueños, incluso ajena a la inmensidad del futuro que me esperaba tras cinco geniales cursos donde me sorprendió la amistad, el amor y el compromiso con mi centro de estudios.
Y es que el entrar a la Universidad provoca emociones particulares. Algunos se sentirán satisfechos por haber logrado ingresar, otros experimentarán temor o incertidumbre por incorporarse a un medio diferente; tal vez sentirán curiosidad e interés por conocer nuevas personas que serán sus compañeros de clase y, por supuesto las innumerables expectativas.
La Universidad de Holguín, fruto de la Integración de tres prestigiosas casas de altos estudios de la provincia, será a partir de estos momentos el escenario donde estos alumnos se preparen y contribuyan al desarrollo de nuestro país.
Asumir una actitud responsable como estudiante universitario implica tomar conciencia, por un lado, del contexto económico, social y político en el que se inscribe la vida académica; por otro, de las capacidades y habilidades que pueden ser puestas en juego para construir y transformar ese contexto. Así, el protagonismo deja de ser utopía y se convierte en práctica.
Para estos jóvenes: bienvenidos a su nueva vida. Espero que sus metas se hagan realidad.