Ernesto Limia Díaz regresó a la Universidad de Holguín para saldar una deuda contraída con la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas, y su Decano, el Dr. C. Vladimir Pita, en particular. De varios temas se dialogó durante una visita que puso muchos puntos sobre las íes, y dejó el agradable sabor de abordar, con meridiana claridad, lo que debemos hacer en bien de nuestro futuro cercano.
Hasta la Sala Celia Sánchez Manduley llegaron estudiantes y trabajadores para asistir a un encuentro que daba continuidad a las actividades de la 22 edición de la Fiesta Iberoamericana y propiciaba un debate interesante sobre las realidades de la Cuba de hoy.
A manera de provocación, el reconocido intelectual cubano leyó un capítulo de su más reciente libro. Al papel de la cultura, y quienes en ella trabajan, dedicó gran parte de sus comentarios en la lectura de los fragmentos de Cuba, ¿fin de la historia?
Con una probada habilidad para sostener debates sobre temas polémicos, el también autor de Cuba libre: La utopía secuestrada, presentado en la Universidad de Holguín en junio pasado, respondió preguntas de los asistentes.
Del auditorio salieron inquietudes muy interesantes sobre el futuro inmediato del país, que recibieron respuestas o reflexiones del investigador. Desde la preocupación del Decano Vladimir Pita ante las principales dificultades que enfrenta el país para asumir la guerra cultural en que nos encontramos, o la forma en que algunos medios extranjeros especulan sobre una posible Ley de Empresas en Cuba para el 2017, junto a los ya anunciados cambios constitucionales en el país, compartidos por el profesor Paul Sarmiento.
“Usted puede tener las políticas mejores del mundo, que, si la persona que tiene para instrumentarlas es insensible, apartada de los problemas sociales, mediocre, usted está entregando los destinos de la Revolución al enemigo”, afirmó Limia al referirse a cuadros de dirección de algunas instituciones del país.
“Hoy no basta que sea revolucionario. Además de revolucionario tiene que ser muy inteligente, y tiene que ser una persona culta, sensible y tiene que importarle la gente”, agregó.
El profesor Carlos Córdova se refirió al papel que han desempeñado los Doctores formados en la institución en el tratamiento de temas históricos, mientras Víctor Aguilera alertó del mal uso que se hace de los símbolos patrios y lo complejo del tema de su comercialización y los precios en la red de tiendas.
“Nosotros nos hemos concentrado en que los símbolos son la bandera, el escudo, y no, esa no es la guerra yanqui, esos son algunos de sus símbolos, tienen muchos más. Mickey Mouse es un símbolo, el Pato Donald es un símbolo. En el orden de lo simbólico hay muchas maneras de construir símbolos. Los tres “maquinones” que puso Kerry en la embajada, el día de la inauguración, son un símbolo”, explicó Limia.
“La paladar que visitó Obama, es un símbolo. Cuando tú entras allí, lo primero que ves es una foto de la Cuba de los años 40 y 50. La imagen que quieren trabajar es que nosotros nos quedamos congelados en el tiempo y que la Revolución lo que hizo fue impedir el futuro de Cuba”, añadió.
Estudiantes de Historia y Derecho, presentes en el intercambio, expresaron sus preocupaciones sobre el papel del mercado, el tratamiento que hacen los medios sobre temas jurídicos o los temores de algunos para decir lo que piensan.
“Tenemos que estar conscientes de que se ha producido un cambio en Cuba. Y ese cambio pasa porque la realidad nacional la tenemos que construir entre todos. Y todavía, desgraciadamente, la gente está esperando que le den la respuesta desde arriba y no puede ser así. Yo creo que desde arriba hay que esperar respuestas, pero también hay que enviar soluciones”.
Meridianas intervenciones de Ernesto Limia, quien para muchos tiene una forma muy peculiar de abordar nuestra historia, que hicieron reflexionar.
“Cada cubano tiene que hacerse un examen de conciencia todos los días. ¿Vamos bien?, ¿qué hemos hecho bien, qué hemos hecho mal? Nosotros tenemos dos paradigmas que ya no van a cambiar, que son Fidel y Raúl. No podemos construir un país sin esos ejemplos que nos han legado”, sentenció Ernesto Limia antes de entregar algunos ejemplares de su nuevo libro a las autoridades de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de la Universidad de Holguín.
