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Más allá de la piel: racismo biológico ¿cuánto conocemos de este tipo de racismo?

Más allá de la piel

Luego de un conocimiento panorámico del racismo y sus manifestaciones, en este tercer tema promovemos la reflexión respecto a una de las expresiones de racismo más frecuentes. Desde el proceso de colonización europeo, el racismo biológico es de los más dominantes, sobre todo en nuestro continente.

La inferiorización de la población, de origen africano y de otras geografías, con rasgos fenotípicos distintos a los europeos, devenidos identidad hegemónica, constituye la práctica básica del racismo biológico.

Esa devaluación se auxilió de fundamentos seudocientíficos orientados a descalificar las capacidades intelectuales y la sensibilidad de las personas de piel negra. Como diría Frantz Fanon, una analista imprescindible en la comprensión de este tema: la cultura occidental prefigura al negro como impermeable a la lógica.

El racismo biológico da lugar a la devaluación de las producciones culturales de pueblos, su lengua, expresiones artísticas, sus formas de concebir conocimiento. Manifestaciones definidas de este tipo de racismo las encontramos en el siglo XIX en el Darwinismo social (aplicación de la teoría de la evolución a la sociedad humana) y en el XX, en el genocidio acaecido en los campos de concentración nazi contra la población judía, el Apartheid, en Sudáfrica y el Ku klux Klan, en Estados Unidos de América. 

Aunque en la contemporaneidad no existen estas prácticas deshumanizantes, sí resultan recurrentes actitudes sutiles de discriminación por color de la piel.

Es frecuente encontrar en la producción humorística alusiones a aspectos de carácter negativo atribuidos a la población negra, que forman parte del imaginario social, en ocasiones desde el prejuicio. El humor es una de las formas en la que nuestro inconsciente envuelve pensamientos contradictorios y facilita su expresión a través de prácticas socialmente aceptadas; sin embargo, en situaciones como estas, el valor ético del contenido es cuestionable.

Otras veces, los cuerpos llamados de color se erotizan marcadamente y lo que aparenta un elogio es una manera de configurar como objeto de deseo estos cuerpos. Igualmente, formas peculiares de los cuerpos no blancos, como la textura del cabello son significados como ‟malo” y todavía los diseños de peinado y productos siguen siendo predominantemente euroreferenciados.  

Generalmente, las personas negras son relacionadas con bailes populares, actividades deportivas, fundamentalmente las que emplean la fuerza física; con lo que se acentúa la tradicional idea referida a la descalificación intelectual de esta población. Muchos textos de enseñanza y otros productos comunicativos, reproducen algunas de estas ideas.

No obstante, en los últimos años se ha avanzado en la erosión de estos comportamientos, pero aún queda por concientizar, ese es el propósito del próximo tema dedicado a otro tipo de racismo, poco consciente, pero también muy frecuente en nuestras relaciones cotidianas y educativas.  

 Realizado por: Marybexy Calcerrada Gutiérrez. Grupo de investigación de ciencias sociales y humanísticas (Giesh)

Materiales referenciados:

Fanon, Frantz (1961). Los condenados de la tierra. https://www.google.com/url?sa=t&source=web&rct=j&url=https://www.lahaine.org/b2-img09/fanon_condenados.pdf&ved=2ahUKEwiux6nr6J71AhUARzABHS4CCFcQFnoECFkQAQ&usg=AOvVaw3qjkSoaS3LiILm_44JurfL

Realizado por: Marybexy Calcerrada Gutiérrez. Grupo de investigación de ciencias sociales y humanísticas (Giesh)

Epg. Luis Ernesto Ruiz Martínez
Lic. en Educación, especialidad Matemática-Computación. Especialista en Docencia en Psicopedagogía. Metodólogo de la Dirección de Comunicación Institucional.

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