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Como las alas de un colibrí

Profesores de la Universidad de Holguín, en coordinación con el Centro Provincial del Libro y la Literatura y la Promotora Literaria Pedro Ortiz, realizan acciones de animación cultural en los vacunatorios para apoyar la lucha contra la COVID-19.

 En esta ocasión la profesora Carolina Gutiérrez Marroquín, presentó el libro    ¨Como las alas de un colibrí¨, publicado por la editorial José Martí, ofreciendo un homenaje al Líder de la Revolución cubana. En este espacio compartimos la excelente reseña que hiciera la profesora Carolina para la presentación de este título.

Como las alas de un colibrí

Carolina Gutiérrez

Con selección y prólogo del joven poeta y profesor universitario, Leonardo Figuera Marante, este libro recoge setenta y tres poemas de cincuenta y ocho poetas cubanos y de otras latitudes, como homenaje por los noventa años del Líder Histórico de la Revolución Cubana.

 Compilar textos poéticos dedicados a Fidel no es empeño nuevo, le preceden otras antologías como la publicada, en 1983, por Waldo González López, titulada “Por siempre en el pueblo fiel”, que reúne solo poemas de autores cubanos; la auspiciada por la Fundación Guayasamín, “A Fidel”, que incluye poesía, artículos y semblanzas de personalidades cubanas y extranjeras; la publicada por Ana Cairo, en 2006, “Viaje a los frutos”, de similar estructura y, más recientemente, “Cantar de Alejandro”, selección a cargo de Alex Pausides, que viera la luz en 2011.

 Lo nuevo en este libro es que, junto a algunas de las más representativas voces de las letras cubanas, cantan al Comandante en Jefe poetas de América Latina, Estados Unidos, Europa, bielorrusos y soviéticos, para ofrecer una visión plural del hombre que cambió el curso de nuestra historia y rebasó fronteras. No faltan las referencias a su niñez, Birán y su familia, su pasión por los deportes, su oposición a la injusticia, el Moncada, el Granma y la Sierra Maestra; después de asumir el poder, Girón y la Crisis de Octubre, el internacionalismo, el período especial, la batalla de ideas… en fin, no hay momento de su trayectoria vital que no se haya tratado de “encasillar” en versos.

 La poesía aquí adopta diferentes formas: hay odas, sonetos, rapsodias y cantos excelentes; pero también hay “recados”, “cartas” y “crónicas”, según el título del propio autor. Estos últimos, a veces, transforman el discurso poético en discurso de identificación política con la causa cubana y su líder. Cierto que no todos los antologados son poetas de oficio, hay funcionarios políticos cubanos, extranjeros de reconocida militancia izquierdista sin vínculos literarios y amigos cercanos de Fidel. Hay un médico, un economista, un ingeniero, algunos críticos, investigadores, periodistas y profesores que quisieron cantarle a la figura mítica, pero les faltó el aliento necesario para elevar su canto. La profusión de alabanzas, la adjetivación altisonante, el recuento histórico y el inventario de hazañas, nada tienen que ver con el género lírico, aunque se trate de nuestro máximo líder. Para eso está la prosa que, en este caso, tiene su expresión ideal en las biografías, semblanzas, crónicas, entrevistas y reportajes, por solo citar algunos ejemplos.

 No obstante, el libro se salva por la inclusión de buenos versos escritos por el Premio Nobel de Literatura, Pablo Neruda, y los Premios Nacionales de Literatura Ángel Augier, Miguel Barnet, Pablo Armando Fernández, Carilda Oliver Labra, Nancy Morejón y otros que han recibido la Distinción por la Cultura Cubana, como Samuel Feijoó y Virgilio López Lemus. También prestigian esta antología los textos del canta-autor chileno Víctor Jara, del intelectual peruano Winston Orrillo, del notable poeta argentino Juan Gelman, así como los versos de Evgueni Evstushenko, figura paradigmática de la literatura soviética, entre otros.

 En esta compilación no podía faltar el primer poema conocido dedicado al líder cubano: “Rapsodia a Fidel”, escrito por Ernesto “Che” Guevara en vísperas de la salida de México en el yate Granma. Entonces le llama “ardiente profeta de la aurora”, a pesar de que aún no se sabía si el mal tiempo les permitiría llegar a su destino. Esto evidencia lealtad y confianza.

 Aparece también el “Canto a Fidel” de Carilda Oliver Labra, agradeciendo “el rifle fiel”, “tu pluma y tu papel”, “tu ingle de varón” y “tu corazón”, escrito cuando Fidel todavía era un guerrillero en la Sierra Maestra y pronunciar su nombre podía costar la vida. Sin embargo, en sus versos están la gratitud y la esperanza.

 Presencia obligada en esta antología resultaba también la “Marcha triunfal del Ejército Rebelde”, escrita por Jesús Orta Ruíz (El Indio Naborí), en medio de la euforia popular por el triunfo revolucionario y el arribo a la capital de la caravana rebelde el 8 de enero de 1959.

Entonces le llamó: “retoño martiano, asombro de América” y “titán de la hazaña”. En estos primeros poemas escritos cuando Fidel todavía no había entrado en la historia, encontramos no solo la admiración sincera y el respeto al héroe, sino una muestra de verdadera poesía.

 Luego vendría del exilio Nicolás Guillén para establecer la continuidad histórica: “Te lo prometió Martí / y Fidel te lo cumplió”. Guillén supo enseguida que la Revolución no era un mero cambio de figuras, sino de ideas y estructuras; por eso fue nombrado nuestro Poeta Nacional: sus versos resumían el sentir popular. El momento histórico en el que se le canta al héroe, a mi juicio, es muy importante, de ahí que hubiera sido conveniente acotar al pie de cada texto incluido en la compilación, la fecha en que fueron escritos. No es lo mismo intuir la dimensión de una figura cuando surge, que cuando ha culminado su obra. Esa intuición, generalmente, solo la tienen los verdaderos poetas que siempre se anticipan con sus versos.

 También hubiera sido justo que en la ficha de autores cubanos se incluyera la procedencia de los poetas, para evaluar si hay representatividad de todas (o casi todas) las provincias, o si se trata de una antología solo de habaneros. No obstante, lo anterior no resta mérito alguno al intento de recoger en esta compilación diversidad de voces. Localizar tantos y dispersos autores, establecer relaciones, solicitar colaboración, seleccionar y organizar textos, es ya un esfuerzo loable. En todos los poemas está el interés de cantar a un hombre que dejó de ser nuestro líder para transformarse en leyenda.

Algunos textos, escritos especialmente para su cumpleaños, dejan claro como su figura se había agigantado con el tiempo. En este sentido, el poema “El perfil de Fidel”, del poeta peruano Arturo Corcuera, resume ese sentimiento:

Todos lo sabemos,

los héroes no tienen edad,

tienen historia,

son la historia.

Yusmel Pérez Figueredo
Graduado de Historia del arte por la Universidad de Oriente (2002). Profesor de Historia del arte y Arte cubano de la Universidad de Holguín. Especialista de la Dirección de Comunicación Institucional.

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