Por Yanela Ruiz
Las manos sudaron y hubo muchos nervios. La discusión de la tesis online no se deshizo de esos efectos causantes de la tensión del momento. La experiencia, sin precedentes en la Universidad de Holguín, tuvo como protagonistas a 45 estudiantes y profesores de la carrera de Ingeniería Industrial, de la Facultad de Ciencias Empresariales y la Administración de esta casa de altos estudios.
“Al principio mucha incertidumbre, pero logramos coordinarnos muy bien con todos los pasos y protocolos para organizar el proceso en esta nueva modalidad. El resultado ha sido un éxito. Tanto que muchos de los profesores que no dominaban perfectamente la tecnología lograron vencer ese obstáculo y salir airosos”, explica la MsC. Ileana Tapia, Jefa del Departamento de Ingeniería Industrial.
Desde los distintos puntos cardinales de la provincia profesores y estudiantes permanecieron en contacto a través de grupos creados en Whatsapp, como el denominado Diplomantes de Industrial, donde hoy llueven las emociones en cada mensaje expuesto allí, tras lograr la notificación del título de Ingeniero Industrial en el contexto del aislamiento social impuesto por la COVID-19.
La recién graduada Belkis Licea Peñate manifiesta la importancia de este escenario, donde consolidaron los últimos pasos hacia la vida profesional, demostraron que no hay imposibles y marcaron pautas en la UHo.
Enfrentar de una forma diferente esta vía para defender el ejercicio de culminación de estudios, soñado, pensado, ensayado hasta el cansancio, implicó también su cuota de sacrificio.
La historia de cada uno lo refleja, como también la de los directivos y profesores, que estuvieron a cargo de la coordinación y aseguramientos en tiempo récord para alistar todo con el más mínimo detalle, porque si algo no se obvió en este proceso es la calidad y el rigor.
El MsC. Leudis Orlando Vega, jefe de la carrera de Ingeniería Industrial, refiere la consagración de todo el equipo y la confianza y entrega de los estudiantes para cerrar una etapa de estudios con éxito.Muchos son los nombres de los que ayudaron a realizar el sueño de estos muchachos, cuyo agradecimiento y reconocimiento prevalecen antes de hablar de sí mismos.
Sobre la singular realización de las defensas de los trabajos de diploma, acota Leudis: “Creamos una sinergia desde la forma en que se organizaron las defensas hasta a la hora de realizar los intercambios entre miembros de tribunal, oponente y diplomante por los canales de Whatsapp y Telegram, momento en el que también se sumó la familia para manifestar su orgullo y agradecimiento”.
El primer intercambio le correspondió a Luis Enrique Álvarez, del municipio de Calixto García, a quien una mezcla de tensión y emoción le robaron lágrimas cuando le notificaron su título de ingeniero y sobrevino el abrazo familiar y de su pequeño hijo, a quien solo pudo decirle que siguiera el ejemplo.
Me preparé hasta con apuntes en una hoja para este momento y me vestí formalmente, todo como si estuviera físicamente frente al tribunal”, agrega.
Similar le ocurrió a José Ángel Pupo Rojas, quien desafió las dificultades de conexión en su natal pueblo de Banes y en una mejor ubicación de este territorio logró defender su sueño.
En tanto Yunisleydi Rosado, (Yunia), del municipio de Rafael Freyre, aprovechó la intimidad de su habitación y desde allí ganó la meta, como lo hizo Ernesto Echavarría, desde el patio de su casa en Moa, donde encontró la mejor fluidez para hablar.
A Anaidys Céspedes, del municipio de Holguín, sintió no haber usado el vestido y tacones previstos para el tradicional escenario, pero está consciente de la necesidad y aplaude la iniciativa.
Palpita la emoción y el orgullo. Lo que pudo parecer una utopía hoy se registra como un acto de valentía, una página en la historia de las graduaciones de la UHo, que sigue afianzando su slogan “Espacio para crecer” hasta por vía online.
Tomado de Ahora
