Diciembre trae siempre motivaciones para el tributo. Su séptima jornada convoca a todo el pueblo a rendir homenaje a sus héroes y mártires, con el recuerdo imperecedero de Antonio Maceo y su ayudante Panchito Gómez Toro. Esta vez fue ocasión propicia para ratificar el compromiso eterno al Comandante en Jefe Fidel Castro y al cumplimiento del concepto de Revolución.
Desde el Monumento a Antonio Maceo, ubicado en la Avenida de los Libertadores, salió el pueblo con sus dirigentes al frente. Acompañados por banderas cubanas y las imágenes de algunos de sus héroes, recorrieron la Avenida de los Internacionalistas hasta el Cementerio de Mayabe, donde el Panteón de los Caídos por la Defensa, volvió a ser el escenario para el sentido homenaje.
A los héroes se les debe recordar sin llantos, pero es difícil que no brote alguna lágrima de los ojos de familiares de nuestros héroes y mártires. Ahora vemos flores frescas en su lugar de eterno descanso, pero en cada corazón dolido, el compromiso de ser fieles a su legado, al mantener la obra por la que ofrendaron sus vidas.