Como quien escribe unos versos que sentencian, entre metáforas e imágenes vanguardistas, las profecías del alma; desanda arruinando todos los lugares comunes, todos los retratos que la muestran débil. Con un poco de ira, rompe esa copia sagrada que no le pertenece, se sabe imperfecta, mortal, exactamente humana, pero firme