Fueron 80 kilómetros los recorridos por Fidel durante su más reciente paso por su Holguín natal. Era 2 de diciembre y nuevamente llegaba al frente de sus hombres por tierras del oriente. Miles de holguineros y holguineras, varios con su nombre escrito en la piel, salieron a las calles para recibir a su Comandante en Jefe, el mismo que guio su pueblo desde el Moncada hasta ahora.

Desde bien temprano, trabajadores y estudiantes de la Universidad de Holguín, se dispusieron al traslado al lugar en el que esperaríamos la caravana que trasladaba las cenizas de Fidel por toda la isla, en sentido inverso a como lo hizo en aquel triunfante 1959.

Tras largas horas de espera, llegó Fidel. Otra vez firme y victorioso. Lágrimas, rostros de dolor, pero en todos, la certeza de que ahora es que la Revolución necesita de sus hijos. Fidel no ha muerto, apenas cambia la manera en que nos lleva hacia el futuro.

Fidel ha pasado por Holguín mientras avanzaba a la heroica Santiago de Cuba, desde donde seguirá conduciendo la Revolución.