Hola, amigos, hoy situamos EN CONTEXTO CIENTÍFICO, una singularidad del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que favorece su propagación silenciosa e incontenible por todos los rincones del planeta, y me refiero a esas personas que aún teniendo el virus en su organismo, no manifiestan síntomas de la enfermedad COVID-19.

Esta es una de las problemáticas que más interés suscita en la comunidad científica internacional, por su impacto en la transmisión del SARS-CoV-2, lo cual contribuye a la multiplicación de los eslabones de la cadena de contagios.  

En el artículo Transmisión asintomática y presintomática del SARS-CoV2: la cara oculta de la COVID-19, publicado por la Revista ANALES de la Academia de Ciencias de Cuba, los investigadores cubanos Roberto Rodríguez Labrada; Yaimee Vazquez-Mojena y Luis Velázquez-Pérez exponen que estos transmisores pueden clasificarse como asintomáticos, presintomáticos y postsintomáticos.

De acuerdo con estos autores, los asintomáticos son los que, a pesar de portar el virus, no desarrollan nunca la enfermedad; los presintomáticos, por su parte, transmiten el virus incluso antes de manifestar la enfermedad; mientras que los postsintomáticos son los pacientes que, después de su recuperación clínica, pueden seguir propagando el agente patógeno.

Es decir, los primeros se contagian con el coronavirus y se convierten en portadores del virus, sin embargo, nunca se enferman. Los segundos, en un momento inicial se muestran asintomáticos, pero luego comienzan a aparecer los síntomas de la COVID-19. Y los últimos y menos estudiados, son los que, tras recuperarse, continúan propagando la enfermedad, aunque sin síntomas visibles.

Estos investigadores realizaron una revisión de los estudios epidemiológicos publicados hasta la fecha y, a partir de esta, remarcan algunos datos significativos. Veamos algunos de ellos:

• Aproximadamente el 75 % de las personas inicialmente asintomáticas enferman, por lo que devienen transmisores presintomáticos.
• A fines de febrero, la revista JAMA publicó el primer caso documentado de transmisión asintomática de la COVID-19. Este evento se registró por “una joven de 20 años de edad procedente de Wuhan que contagió a 5 de sus familiares, pero nunca comenzó con la enfermedad”.
• En Shenzhen, China, según un estudio científico, el 23 % de las transmisiones registradas surgió por una persona sin síntomas. Al aislar a los enfermos, se redujeron las transmisiones sintomáticas, pero las transmisiones asintomáticas  y presintomáticas alcanzaron el 46 %.
• A partir de la experiencia de Wuhan, se demostró que, sin la aplicación de medidas de control efectivas, las transmisiones presintomáticas pueden representar el 20 %; y con el aislamiento de los contagiados, se acerca al 80 %.
• Las personas presintomáticas pueden contagiar el virus hasta 4 días antes de iniciar con la COVID-19.

Si bien estos porcentajes de portadores asintomáticos y presintomáticos pueden variar en los diferentes países y regiones, en dependencia de las singularidades de cada contexto, también revelan la pertinencia de las medidas de aislamiento para poder cortar la cadena de contagios.

En Cuba, hasta el cierre del 5 de mayo de 2020, el 48 % de los 1703 casos confirmados, no mostró síntomas de la enfermedad en el momento en que se diagnosticó la presencia del SARS-CoV-2. Lo que se traduce en que, cerca de la mitad de los casos positivos detectados hasta la fecha, han sido transmisores asintomáticos o presintomáticos.

Pese a esto, hoy nuestro país exhibe un escenario favorable que apunta hacia una epidemia controlada y, entre sus grandes aciertos, se encuentra el intenso programa de vigilancia epidemiológica, lo cual ha propiciado la detección y el aislamiento oportuno de los contactos de los casos positivos al nuevo coronavirus.

El gobierno y los trabajadores del Ministerio de Salud Pública están haciendo su parte, ¿y tú?, ¿estás contribuyendo con el aislamiento social?, ¿cumples con las medidas higiénicas recomendadas? El virus irrumpe en el organismo de cualquier ser humano, disloca su funcionamiento, pone en crisis al sistema inmunológico para ver quién resulta el ganador de esa batalla.

Nadie es inmune a sus efectos, ninguna etiqueta funciona como “repelente”, da igual la raza, el sexo, la nacionalidad o las creencias. Te puede sorprender en cualquier esquina, en el beso o el abrazo de tu ser más querido, de ese que hoy es tan vulnerable como tú y que puede ser un portador asintomático, presintomático o postsintomático.

Por tu salud, por la de tu familia y por amor a la humanidad toda, cumple con el aislamiento físico. Seguiremos socializando por esta vía. Un abrazo y hasta el próximo jueves, para encontrarnos otra vez EN CONTEXTO CIENTÍFICO.