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Premiadas mejores tesis de doctorado en Cuba

aurora-fernandez-gonzalezA continuación podrá encontrar las palabras pronunciadas por la Dra.C. Aurora Fernández González, viceministra de Educación Superior de Cuba, en la entrega de los Premios y reconocimientos a las mejores Tesis de Doctorado del curso 2013-2014. La premiación se efectuó el 17 de enero de 2014 por la Comisión Nacional de Grados Científicos, en la que se gratificaron investigaciones de todo el país, en sus diferentes áreas del saber.

Por Luis Cuevas Rodríguez 

Vicerrectoría de Investigación y Postgrado

Palabras de la Dra.C. Aurora Fernández González, viceministra de Educación Superior de Cuba, en la entrega de los Premios y reconocimientos a las mejores Tesis de Doctorado del curso 2013-2014. La premiación se efectuó el 17 de enero de 2014 por la Comisión Nacional de Grados Científicos.

Estimado compañero Rodolfo Alarcón Ortiz, Ministro de Educación Superior, ca. Ena Elsa Velázquez Cobiella, ministra de Educación, ca. Elba Rosa Pérez Montoya, ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, co. Ismael Clark Arxer, Presidente de la Academia de Ciencias de Cuba, co. Niurka González, miembro del Secretariado Nacional del Sindicato de Trabajadores de la educación, ciencia y deportes, co. Roberto Sepúlveda Lima, Secretario de la Comisión Nacional de Grados Científicos

Estimadas doctoras y doctores premiados

Estimadas invitadas e invitados.

Ya es habitual que como parte de la jornada por el Día de la Ciencia en Cuba, el 15 de enero, nos reunamos para reconocer a los autores de las mejores tesis de doctorado defendidas en el período anterior.

Quiero compartir con ustedes la idea de que el acto de hoy es un homenaje al conocimiento, a la dedicación, al esfuerzo; un homenaje que conjuga valores humanos, políticos y científicos.

La formación del potencial humano al más alto nivel es una tarea de la mayor importancia para el presente y el futuro de nuestro país. Es mucho lo que debemos avanzar para mejorar nuestros procesos de formación de doctores, su calidad y pertinencia, e incrementar el número de defensas, en particular en aquellas especialidades donde tenemos mayores carencias.

La construcción de un socialismo próspero y sostenible, genuino y autóctono, requiere de tecnologías y conocimientos avanzados, relevantes, útiles, sustentados en los valores de honestidad, sacrificio, patriotismo y espíritu revolucionario.

Eso fue lo que nos enseñó Fidel y con él los líderes históricos de nuestra Revolución.

En cualquier escenario favorable que imaginemos,  seguirá siendo cierto aquello que dijo Fidel en 1991: y cito: «independencia no es una bandera, o un himno, o un escudo; la independencia no es una cuestión de símbolo, la independencia depende de la tecnología, depende de la ciencia». Fin de la cita.

Quiero recordar brevemente la trayectoria que ha tenido la formación de doctores en Cuba, sus avances y vicisitudes.

Todo parte de la Reforma Universitaria de 1962. Los documentos de la Reforma Universitaria incorporaron la idea de los doctorados desde los tempranos 60.

El CENIC jugó un gran papel en aquella primera década. La primera defensa se realizó allí en 1969. Entre 1969 y 1975 se realizaron 18 defensas de cubanos (11 hombres y 7 mujeres). A fines de la década de los 60 e inicios de los 70 comenzaron a regresar los doctores formados en el extranjero, entre ellos nuestro querido compañero Carlos Peniche.

En 1976 se habían formado 58 doctores en Cuba y 186 en total. Como dato al margen les aseguro que hay países del mundo que no tienen hoy, en el siglo XXI aquel número de doctores. El esfuerzo nacional fue tremendo.

El 2 de diciembre de 1974 se promulgó la ley que creó el Sistema Nacional de Grados Científicos.

En 1975 se aprobó la Tesis de Política Científica en el Primer Congreso del Partido.

Luego de creado el MES en 1076, se gestó la CNGC, el 17 de marzo de 1977.

Por supuesto, en aquellos años y los siguientes, la formación de doctores se realizaba mayoritariamente en el extranjero, sobre todo en los antiguos países socialistas.

A fines de los 80 el interés por los doctorados decayó e incluso influyó mucho la idea del doctorado como conclusión de la carrera académica, más que como proceso formativo.

Menciono todo esto porque nos ayuda a entender mejor las rutas que hoy debemos seguir y los obstáculos a sortear.

Un cambio en las políticas ocurrió a partir de 1994 cuando el MES, en particular su Ministro Fernando Vecino Alegret, decidió apostar a la formación de doctores. Observemos que el contexto era bien diferente: hasta la década anterior era posible recibir apoyo de países del campo socialista y otros. En la década de los 90 la inserción internacional de la ciencia cubana cambió radicalmente y todo se hizo más difícil.

En aquellas condiciones el MES formuló la meta de que el 50% del claustro de las universidades debía ser Doctor. El aspecto positivo de esa formulación fue la atención que se prestó en las universidades al tema. Los resultados se dejaron ver muy pronto.

A inicios de esta centuria comenzaron los debates sobre los inevitables cambios en el sistema de grados científicos en Cuba.

Algunos cambios se han venido introduciendo y al calor de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, nuevas propuestas están en curso. Está claro que además de cambios conceptuales y organizativos necesitaremos mayores respaldos económicos y mejores incentivos. Todo ello será posible en la medida que la economía nacional lo permita.

Será muy importante que la política de grados converja con la política de Ciencia, Tecnología e Innovación, en proceso de construcción.

Cuba ha creado capacidades para producir y diseminar el conocimiento. Tenemos investigación y educación de buen nivel. Pero hay serios problemas con el uso social del conocimiento; serias dificultades con la conexión entre investigación e innovación; entre el sector de producción de conocimientos y los sectores que utilizan el conocimiento.

Esa tiene que ser una batalla de todos.

Los resultados que hoy reconocemos en este sencillo homenaje tendrán impactos en varios sectores, entre ellos en la salud, la producción de alimentos, el control de enfermedades y plagas, la producción de viviendas, la industria biotecnológica, la defensa del país, la educación, la comunicación social, la cultura, entre otros.

Como lo demuestran los reconocimientos que hoy hemos otorgado, formar doctores y obtener resultados relevantes para la economía y la sociedad es algo perfectamente armonizable.

Como mencioné, en estos momentos estamos abocados a cambios conceptuales y organizativos en la formación doctoral. El propósito, desde luego, es dar un impulso a esos procesos.

Hay un Lineamiento, el Nº 138, que plantea: “Prestar mayor atención en la formación y capacitación continuas del personal técnico y cuadros calificados que respondan y se anticipen al desarrollo científico-tecnológico en las principales áreas de la producción y los servicios, así como a la prevención y mitigación de impactos sociales y medioambientales”. Fin de la cita.

La formación de doctores es parte de la respuesta al lineamiento 138.  Los doctorados proporcionan habilidades para la búsqueda de soluciones originales a problemas científicos y tecnológicos de alta complejidad a través de la investigación, la innovación y la aplicación de métodos y herramientas para argumentar y demostrar el alcance y la validez de esas soluciones. Esta formación puede constituirse en motor para el avance de la ciencia en función del desarrollo económico y social al desempeñar un importante papel en la introducción de nuevos métodos, productos y tecnologías que impactan sobre la economía y en la elevación de la calidad de la educación, proporcionando una fuerza altamente calificada en las áreas de dirección e investigación-desarrollo de organismos, entidades y empresas.

Espero que todos podamos coincidir en ese enfoque de los doctorados y sus funciones sociales. Hace un rato la Dra. Rosa Miriam Elizalde, premiada en el día de hoy, compartía con nosotros sus puntos de vista de qué puede esperar nuestro país hoy de sus doctores, apreciaciones que compartimos y le agradecemos mucho.

No quiero terminar sin destacar que son mujeres los autores de siete de las ocho mejores tesis, para un 88% y las tres cuartas partes (seis) de las ocho menciones. De los doctores en ciencias una es mujer. En total, de los 23 autores de las tesis destacadas 14, el 61% son mujeres. Como mujer me siento orgullosa de ese resultado y las felicito!

Como vimos, tenemos un premiado de 27 años y uno de 80. Puede haber edades más o menos recomendables para hacer los doctorados, pero estos excelentes ejemplos demuestran que cualquier edad es buena para avanzar en el conocimiento.

Varias provincias y universidades están representadas en este homenaje, por lo que alcanza una connotación nacional.

Esta celebración se suma a una alegría mucho mayor: la felicidad que nos dieron nuestros 3 hermanos el 17 de diciembre. Volvieron y lo hicieron para acompañarnos en la siguiente etapa, preñada de esperanzas y desafíos.

El pensamiento y la ciencia nos acompañarán en las nuevas jornadas y ustedes serán baluartes de las seguras victorias.

Muchos éxitos en el año 2015 en su vida laboral y personal!

Muchas gracias

 

MSc. Yudith Rojas Tamayo
Lic. en Periodismo. Máster en Historia y Cultura en Cuba. Profesora e investigadora de la Universidad de Holguín y Periodista de la emisora Radio Angulo. Especialista de la Dirección de Comunicación Institucional.
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