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En busca de Una habitación propia

En una habitación-Universidad de Holguín-Virginia WoolfDespués del miedo, nace el sueño y luego empieza el camino de crear una historia real que se aparte de esquema y convenciones. Más allá de los moldes está la rica y diversa experiencia humana. Las mujeres  en su andar cotidiano tienen que desprender las amarras de la duda y disponerse a construir sus ilusiones y sus verdades, ser las protagonistas de sus guiones de vida; porque la sociedad patriarcal nos ha diseñado para obviar nuestros anhelos y ser para los demás.

Por Sandra Fagales

sfagales@fh.uho.edu.cu      

Departamento de Comunicación Institucional

                                      Entre papeles viejos y unos cuantos recuerdos sin tiempo

surge aquella mujer que busca en los espejos,

un poco de piedad para su angustia

para sus labios que sangran de acumular el deseo

A.D.

Después del miedo, nace el sueño y luego empieza el camino de crear una historia real que se aparte de esquema y convenciones. Más allá de los moldes está la rica y diversa experiencia humana. Las mujeres  en su andar cotidiano tienen que desprender las amarras de la duda y disponerse a construir sus ilusiones y sus verdades, ser las protagonistas de sus guiones de vida; porque la sociedad patriarcal nos ha diseñado para obviar nuestros anhelos y ser para los demás.

La escritora inglesa Virginia Woolf (1882-1941) en su ensayo Una habitación propia escribe, ¿Qué necesitan las mujeres para escribir buenas novelas? La repuesta a esta pregunta la argumenta, a través de la exposición de situaciones diferentes, en ocasiones ficcionales o deducidas, donde predominarán las mujeres. La idea final es que para que las mujeres escriban buenas novelas necesitan independencia económica y personal: una habitación propia.

Desde su propia vida Virginia empieza a examinar la relación entre la mujer y la literatura. La mujer estaba obligada a superar diferentes obstáculos para poder ser escritora, principalmente la idea estereotipada y absurda de la sociedad de la época de que la mujer, aunque albergara mucho talento, no podía escribir una novela. Con una imagen metafórica compara a la mujer con un espejo mágico que distorsiona la realidad a favor del hombre: la aparente inferioridad de la mujer hace que el hombre se crezca. Sus palabras indagan en las esperanzas perdidas de las mujeres que han sido apartadas del conocimiento y cuestiona la existencia oculta del talento femenino.

Creo que todavía el mayor desafío de las mujeres  es hallar esa habitación propia que está en nuestra alma y significa buscar nuestros sueños sin sentirnos culpables.

MSc. Yudith Rojas Tamayo
Lic. en Periodismo. Máster en Historia y Cultura en Cuba. Profesora e investigadora de la Universidad de Holguín y Periodista de la emisora Radio Angulo. Especialista de la Dirección de Comunicación Institucional.
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