La Ley de concatenación universal se evidenció hoy en nuestra sede Celia Sánchez Manduley, pues el día comenzó con un clima alegórico a las lágrimas que los pueblos han derramado por la causa de Los Cinco; el día comenzó llorando por la injusticia cometida por el gobierno de Estados Unidos con cinco héroes cubanos que ya trascienden las fronteras de Cuba, tan linda que, “quien la defiende la quiere más”.
Pero como si supieran las dimensiones y los elementos de la existencia de las injusticias, René González llegó y mandó a la lluvia a parar. Escuchó y observó, con la atención de un analista, cada una de las intervenciones de delegados, profesores y estudiantes. Sus dotes de orador posibilitaron el desenlace de una disertación acerca de las acciones a acometer para que sus hermanos regresen. Luego con su insaciable perspicacia detectivesca se dirigió a la casa estudiantil para apreciar los Trazos contra el silencio que Marcial Flores dibujara para Los Cinco y el mundo. Allí compartió con el universitariado y fue participe del acoso bien intencionado de los que nos sentimos identificado con su causa. Mas no le bastó y sin quitarse el polvo del camino recorrió los rincones de esta sede de la casa de altos estudios Oscar Lucero Moya.
Ana, una de nuestras más proliferas asistentes de la cocina-comedor (compone décimas, es vedette y además humorista) le transmitió su sentimiento desde la lejanía.Las palabras fueron sencillas pero muy sentidas: René. Te amo. A ello respondió con una amplia sonrisa y un gracias, lo cual demuestra la elegancia, sencillez y humildad de un héroe del linaje de los espartanos, pero que los supera porque es un héroe cubano.
